Blog de Rafael Nofal para consultas de colegas y alumnos (Si usa material de este Blog, no olvide citar la fuente.)
miércoles, 26 de agosto de 2009
Victoria Park
VICTORIA PARK
VICTORIA PARK
La música, una marchita de circo que acompaño todo el monólogo, deviene en un
miércoles, 19 de agosto de 2009
TERESINHA
TERESINHA
RAFAEL NOFAL
TERESINHA
PERSONAJES
HELENITA, VILMA Y
- Escenario del “Flamingo” (bastante pobre. Decorado simple y de mal gusto).
- Una mesa del cabaret entre el público. Es la que habitualmente ocupa
- La puerta de la pensión donde vive Teresa (esta marcada solo por una luz).
- Pieza de pensión compartida por Teresa y Cecilia.
ESCENA I
CAMINOS
martes, 18 de agosto de 2009
lunes, 10 de agosto de 2009
domingo, 9 de agosto de 2009
sábado, 8 de agosto de 2009
Envejecer con Vos
Ibsen, Ibsen...
viernes, 7 de agosto de 2009
La Faraona
“LA FARAONA”
“LA FARAONA”
Cuando el público ingresa a la sala hay dos electricistas trabajando en la iluminación y un sonidista instalando y probando micrófonos. Sobre el escenario hay una mesa, letras doradas muy grandes, recortadas en papel para ser pegadas en el telón de fondo, cables, herramientas etc. Todo esta a medio hacerse. La consola de comando del sonido esta sobre una mesita en el pasillo central, al pie del escenario, por este deambulan JULIA DELGADO y JOSE IGNACIO DANTUR, prosecretaria y presidente de la Asociación Cultural, Artística y Patriótica Domingo Faustino Sarmiento, que se afanan con los últimos preparativos. También anda por allí, NURIA TREJO, bailarina y profesora de expresión corporal, a medio vestir para su actuación. Hay gran actividad y nerviosismo en todos.
ELECTRICISTA I: (Al que dirige los spots. Quizás es solo una voz que viene desde el techo) No... al centro.. Aquí, sobre la mesa, abrilo mas, ese es para la Comisión Directiva... ahí esta! Bien ...bien, ahora esperá. (Hacia adentro) A ver apaguen un poquito la luz de sala para ver como quedó esto...(La luz de sala se apaga)
SONIDISTA: Luz...! Prendan un poco, che, que no veo nada!
ELECTRICISTA II: Este es el último o falta? Meta ché, que hace calor aquí arriba!
ELECTRICISTA I: No, falta un poco. Quedate ahí, que ya terminamos. (Hacia dentro) Prendan sala! (Vuelve la luz de sala)
NURIA: (Al sonidista) Ay, Cacho... Me podés probar este cassette? Es del lado A...Perdoná, todavía no pude pasarlo a CD.
SONIDISTA: Si, si ya va. Uno... doss...tresss....tresss...tresss (Al público mientras sigue probando el micrófono) Se escucha bien al fondo? ¿Si...? Uno...dos... tress....tresss (Hay acoples) ya... ya...
NURIA: (Melosa) Por favor, Cacho, cuando te desocupes...
SR. DANTUR: (Descubre de pronto, al público que ha ido ingresando) ¿Quién dejó pasar a la gente? No...no, todavía no! (Hace señas hacia la puerta de entrada) ¡Todavía no, les digo! ¡Cierren, cierren! (Se apura. Trata de poner orden, transpira) Disculpen, señores pero es que todavía no es la hora y ...
UN ESPECTADOR: Aquí, en la invitación dice a las diez...
SR. DANTUR: No ...claro...si...pero...es que en realidad se cambió la hora hace un par de días porque... (Decidido) ¡Bueno, es a las once!
ELECTRICISTA I: (Al de arriba) A ese tíralo para aquí...no, para aquí... que me de en la cara ... ahí! No un poco a mi izquierda... ¡no! A ”mi” izquierda! Dale apúrate que parece que hay que largar... (hacia adentro) Apagá un poquito la sala. (La luz de sala se apaga)
SR. DANTUR: No ... ¡Prendan, prendan! ( la luz de la sala vuelve a encenderse) a ver, che, ¿funciona este micrófono? (El sonidista asiente) ¡Dame! (Habla por el micrófono que a veces se corta) Señoras y señores... ustedes sabrán disculpar pero evidentemente hay una lamentable confusión, porque yo no he autorizado aun el ingreso del público a la sala, todavía no se han terminado los preparativos, aquí el señor me recuerda que en las invitaciones dice a las diez, pero yo tengo que aclarar algo...
MARIA MARTA: (Es María Marta Chiappino, atractiva mujer de unos 40 o 45 años. Profesora de literatura de la Escuela Normal de Presidente Sarmiento y secretaria de la institución, que habla desde el pasillo de la sala.) ¡José...José...!
SR. DANTUR: (La mira con dureza) ¿Señorita...?
MARIA MARTA: (Sorprendida) Disculpá, José...este...señor presidente, pero la gente insiste en que la función es a las diez y hay muchas señoras que no aguantan los zapatos, necesitan sentarse...
SR. DANTUR: Si, si... esta bien...¡No...no esta bien! Disculpen (Golpea el micrófono que ha dejado de funcionar) ¿Que le pasa a esto...?
SONIDISTA: A ver, permitamé. (Toma el micrófono) Uno, dos, tresss...uno, dos, tresss... ya esta bien, don José, tome.
ELECTRICISTA; Tirá ese para aquí...no, hacía adentro, que de en el micrófono ...ahí esta! (Hacia adentro) Apagá un poquito la luz de sala, ¿querés?
SR. DANTUR: (Grita) ¡¡Dejen la luz como esta!! (Al público) Disculpen pero... Si, la verdad es que en las invitaciones dice a las diez pero hace tres días, el intendente, que como Uds. saben, tiene que presidir este acto, nos comunicó que dados sus múltiples compromisos para esta fecha, recién iba a poder llegar a las once, así que les ruego sepan disimular esta involuntaria demora que como ven, no es responsabilidad de la institución.
(Mientras el habla, el escenario se ha convertido en un caos, todos corren tratando de apurar sus preparativos, sonidísta, electricistas, el dúo folklórico que entra sus instrumentos, guitarra y bombo con el trípode respectivo, Nuria con sus cassettes, la prosecretaria que ordena las últimas letras del papel dorado pegadas sobre el telón de fondo y que rezan: “Juegos Florales 2001” y el logotipo de la institución: una pluma, un libro y una espada, obviamente, también en papel dorado)
JULIA: (Es la prosecretaria, gordita, agraciada, muy maquillada, de unos cincuenta años, vestido de fiesta pasado de moda.) Por favor, Quique, ayúdeme a sacar la escalera, quiere?
ELECTRICISTA: Si, señora, un momentito. (Hacia arriba) Bajá, gordo. Largamos así nomás y que sea lo que Dios quiera. (A Julia) ¿Donde se la pongo, señora?
JULIA: Allí...póngala contra la pared, por favor.
ESPECTADOR: ¡Esto es una falta de respeto, señor!... ¿Así que porque el intendente ande por ahí, el acto va a comenzar a la hora que a él se le ocurra? ¡No, señor, están muy equivocados! (Busca la aprobación de los demás) ¿Que le parece, señora? ¿Qué dice su tarjeta? Las diez, ¿verdad? Nosotros venimos a la hora que dice aquí...Falta de respeto, se llama eso. Ni usted, ni el intendente tienen derecho a hacernos perder el tiempo...¡No señor, están muy equivocados!
SR. DANTUR: (Luego de algunas palabras al oído de Julia, que baja y sale rápidamente por el centro de la platea) Señor, le ruego que se tranquilice...Señores, dada esta lamentable confusión, he mandado a buscar al señor intendente, a comunicarle esta situación para que anticipe su llegada, por lo que les ruego unos minutos de paciencia, les doy mi palabra de que el acto va a comenzar lo antes posible, pero por favor, tengan paciencia...
(Ha entrado por el centro de la platea el cadete de la florería con una caja. Primoroso arreglo floral, muy cursi, con un majestuoso clavel rojo al centro. Habla
con el sonidista, este señala al Sr. Dantur.)
FLORISTA: (Desde abajo) Usted me recibe esto?
SR. DANTUR: Si, por ahí por favor. (Lo recibe y va a colocarlo en una mesita, especialmente preparada, en un rincón del escenario.)
NURIA: (Que se ha puesto una especie de deshabillé sobre la malla) Ay... Cacho, por favor, probame el cassette, es del lado A (El florista, ya sobre el escenario la observa con admiración. La música suena, ella hace unos pasitos de baile) ¡Ahí está...! Ahora este... del lado B.(Música, ella se mueve. El florista mira con la boca abierta) ¡Es maravilloso ese tema! Gracias, Cachito.
SR. DANTUR: (Al florista) Y usted, ¿que espera?
FLORISTA: (Sorprendido) Esteee...que me pague, señor.
Sr. DANTUR: (Conteniendo su indignación) Vaya a la puerta, allí le va a pagar la secretaria.
(El cadete de la florería baja. Los folkloristas afinan. Por la platea entra Julia,
agitada. Habla con el presidente, este con gesto de resignación, hace una seña
hacia adentro, se apagan algunas luces de sala. Nuria se retira entre pasitos de
baile. Los folkloristas bajan a esperar su turno en la platea. Dantur carraspea
mientras prueba el micrófono golpeándolo con un dedo.)
SR. DANTUR: Señores... señores...bueno, tengo que anunciarles que lamentablemente, el señor intendente...(El florista hace señas desde el centro de la platea) ¿Si?
FLORISTA: Dice que no tiene cambio. Que me pague usted.
SR. DANTUR: ¡Pero...! (Resignado) Esta bien, tomá. (Le paga, se recompone y sigue) Lamentablemente, decía, el señor intendente se encuentra en estos momentos en una cena que ofrece la sociedad sirio-libanesa en homenaje al prócer que diera su nombre a nuestra cuidad y a la institución que tengo el honor de presidir.
ESPECTADOR: Ven ...Ven? No les decía, yo? (Al resto del público) No les decía? ¡Pero que sabrá lo que es la poesía, lo que es el arte, el intendente...! ¡Semejante ignorante! ¡Si hablarle de poesía a un peronista, es como hablarle en chino, señor! ¡Pero que sabrán esas bestias! ¡Porque eso es lo que son, bestias analfabetas que lo único que saben es robar!
SR. DANTUR: Señor, por favor le ruego que se calme, no le voy a permitir que transforme esto en una cuestión política.
ESPECTADOR: (Exaltado) ¡Usted me va a permitir lo que yo quiera! ¡Poesía...! Eso es como darle margaritas a los chanchos. ¡Ahí esta...! Ven? Vótenlos, normas. ¡Ahí tienen...! ¡Si para eso sirve la democracia!
SR. DANTUR: No le permito señor. Usted no puede hablar así del peronismo, hubo y hay ilustre hombres de nuestra cultura que adhirieron a esa ideología... sin ir mas lejos, Marechal, el ilustre Leopoldo Marechal...
ESPECTADOR: (Interrumpiendolo) También es un ladrón ese Marechal seguro. ¡Porque para eso quieren el gobierno, para robar! Agarran el carguito y...a robar, ¡como el Marechal ese! ¡Pero estas cosas con la comisión anterior no pasaban, porque había respeto, respeto por el arte y los artistas! ¡Respeto por la cultura!
(La secretaría, María Marta, que ha ocupado su lugar en el escenario, toma el
micrófono cuando el señor Dantur esta a punto de contestar)
MA. MARTA: Señor, yo le voy a rogar que se calme. Tanto el público presente como la comisión directiva preferimos pasar por alto sus exabruptos y comenzar con el acto para el que hemos sido convocados. Señoras y señores, el acto dará inicio con palabras del presidente de la institución, continuará con la lectura del acta del jurado de los Juegos Florales, números artísticos y como es tradicional, culminará con el himno a Sarmiento coreado por toda la concurrencia. Señoras, señores... con ustedes el señor presidente de la Asociación Artística, Cultural y Patriótica Domingo Faustino Sarmiento, farmacéutico José Ignacio Dantur.
SR. DANTUR: (Leyendo, solemne) Señores, señores, miembros del jurado, poetas, autoridades presentes, miembros de la honorable comisión directiva (pausa) me toca hoy a mi abrir este acto y voy a ser forzosamente breve dada las circunstancias... (solemne) Hoy, una vez mas nuestra institución, señera en el quehacer cultural de la zona, ha organizado los Juegos Florales, los trigésimos segundos desde su fundación, para conmemorar un nuevo aniversario del nacimiento del insigne maestro, presidente, militar destacado, escritor y preclaro precursor de la argentinidad... Domingo Faustino Sarmiento. (Pausa) Porque, qué mejor manera de homenajear al gran educador, que con la poesía, con el sublime arte de los jóvenes que él ayudó a forjar... para los que fundó escuelas y creó templos del saber. El, que enseñó a enseñar, que antepuso la civilización a la barbarie, que señaló al país el camino del progreso, del orden y de la cultura. No puede haber mejor música para sus oídos que la voz de los jóvenes poetas de nuestra ciudad cantándole al amor, a la amistad, a la patria...Señoras, señores, a continuación la secretaria de nuestra Asociación, profesora María Marta Chiappino, dará lectura al acta del jurado de los 32º Juegos Florales Domingo Faustino Sarmiento. (Cede el micrófono a María Marta que se ha acercado solemne, como corresponde a la ocasión).
MARIA MARTA; (Luego de ponerse los anteojos “de leer”) A diez días del mes de septiembre de 2001, los abajo firmantes, señores Marcos Dicolantonio, poeta. Jorge Fernández, escritor, en representación de la delegación local de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE), Sr. José del Soto, vocal de literatura de la Dirección Municipal de Cultura, y quién les habla, María Marta Chiappino, docente, en nombre y representación de la Asociación Artística, Cultural y Patriótica Domingo F. Sarmiento, luego de haber hecho un exhaustivo análisis de los treinta y ocho cuadernillos de poemas presentados, deciden, teniendo en cuenta sus indudables méritos literarios, otorgar el primer premio de los Juegos Florales 1.995... al cuadernillo intitulado... (estudiada pausa) “Voluptuoso amante” que bajo el seudónimo de “LA FARAONA”, presentara la poetisa ...¡Josefina Estela Díaz! (luego de la pausa que sirve para que Josefina se abrace con sus padres y amigas en la platea) Sin mas que tratar y saludando la llegada de una nueva lira al firmamento poético de nuestra ciudad, los miembros del jurado, dan por cumplida su misión. Firmando de conformidad a los 19 días del mes de septiembre de 2001.-
SR. DANTUR: (Sonriente, mientras hace señas al sonidista que pone música al tono) Solicitamos a la ganadora, pasar al escenario.
(Josefina camina por el pasillo central de la sala, saludada por sus amigas.
Tiene unos 17 o 18 años. Esta vestida para la ocasión, aunque formal, con algún
detalle atrevido en su indumentaria. Sonríe feliz mientras sube al escenario. El
Presidente la ayuda y le ofrece el micrófono.)
JOSEFINA: Bueno...este...no se que decir... para mi es tan ... no se... es que no pensaba... ni siquiera me imaginaba... yo les agradezco tanto... este es el día mas feliz de mi... (llora)
SR. DANTUR: Señoras, señores, ya tenemos aquí con nosotros a la emocionada ganadora de los trigésimos segundos Juegos Florales de la Asociación Sarmiento, la señorita Josefina Estela Díaz, doble motivo de orgullo para nosotros ya que es vecina de Presidente Sarmiento y miembro de una caracterizada familia de nuestra ciudad, doble motivo de orgullo, les decía, porque el galardón de las dos últimas ediciones de nuestros Juegos Florales, habían recaído en poetas foráneos.
JULIA: (Acercándose con el arreglo floral) En nombre de la Asociación Cultural, Artística y Patriótica, Domingo Faustino Sarmiento, de los miembros del jurado y de la ciudad toda, recibe Josefina Estela Díaz, la flor natural, que simboliza tu triunfo, el de la poesía y el del amor sobre las mezquindades del mundo. Elegiste el seudónimo de “La Faraona”, en homenaje quizás, a Cleopatra, aquella tempestuosa amante y reina del Nilo... ¡Faraona,, yo te corono, hoy, como la reina de la poesía de Presidente Sarmiento!
JOSEFINA: (Recibiendo la flor) Bueno... estoy tan emocionada que no sé si voy a poder hablar. Este ... quiero agradecer a la Asociación, a los señores miembros del Jurado y muy especialmente a mis padres, a mi profesora de literatura de la Escuela Normal y a mis amigas que siempre me alentaron para que escribiera... a todos, muchísimas gracias. (Lagrimea. El Sr. Dantur inicia los aplausos e incita al público a hacer lo mismo.)
SR. DANTUR: Seguidamente y dando continuidad al programa instituido para hoy, y con la presencia permanente de la poetisa ganadora de este año, en nuestro escenario, hará su presentación el dúo folklórico...¡”Canto Nuevo”!
(Con la presentación, aparecen los dos jóvenes que ya viéramos en los preparativos, ahora serios, compuestos, vestidos con pantalón oscuro y camisa clara, el pelo largo pero cuidadosamente arreglado. Ordenan sus instrumentos, prueban el micrófono y afinan con parsimonia. Sin mayores presentaciones atacan la zamba “La tempranera”. Desafinan con entusiasmo intentando armonizaciones vocales mil veces escuchadas en la llamada “proyección folklórica”. El sonido anda mal, se ponen nerviosos.)
FOLKLORISTA I: (Al finalizar la canción) Muy buenas noches. En primer lugar hemos interpretado para ustedes esta hermosa zamba intitulada “La Tempranera” en homenaje a la poetiza ganadora. El dúo “Cantonuevo” de reciente formación esta integrado por José Occhionero en percusión y voz y quién les habla, Marcelo Puig en arreglos, guitarra y voz. (Josefina desde un rincón del escenario mira embelesada) seguidamente...(El micrófono se corta y se acopia.) Seguidamente... les entregaremos de don Atahualpa Yupanqui “Los ejes de mi carreta” (Afina, golpea el micrófono con un dedo, prueba. Al sonidista) ¿Podés sacar un poco de agudos? (Vuelve a probar, lo mueve. Hay acoples) un poquito menos... (lo golpea)
SONIDISTA: Pero, ¿querés dejar quieto el micrófono? Todo el mundo lo golpea y lo sacude, este es un micrófono delicado, ché... Si tenés algún problema, me decís y yo subo y lo arreglo.
FOLKLORISTA: Pero es que así no se puede cantar ... esto se acopla.
SONIDISTA: Se acopla porque lo andan sacudiendo todo el tiempo. Esto es un micrófono no un... (Sube. Acomoda. Prueba.) Uno, dos tresss...¿ves? Ya esta. No lo toqués, déjalo quieto. Además, no te arrimés tanto, es sensible, te toma de lejos. Parece que te lo querés comer...
FOLKLORISTA: Mira, yo no te permito. ¡Vos no me vas a enseñar como tengo que cantar yo!
SONIDISTA: Claro que te voy a enseñar! Cuando habrás cantado con micrófono, vos! Para que vayas sabiendo, yo le hago el sonido a “Los Pregoneros” y nunca han tenido problemas, porque ellos saben como...
FLOKLORISTA: (Interrumpiendo) Mirá, a mi no me vengás a comparar con esos... Yo soy un artista, ¿me entendés?
SONIDISTA: ¿Artista...? ¡No me hagás reír!
FOLKLORISTA: Un artista, ¡si señor! Y a vos te pagan para que hagás bien el sonido así que trabajá como corresponde.
SONIDISTA: ¿Me pagan...? ¿Quién me paga? ¡Yo vengo aquí a hacerle un favor a la señora Julia, porque se que no hay un mango! Y encima pongo los equipos pero no es para que cualquiera los ande zamarreando como si fueran baratos... ¿que te crees, vos?
JULIA: (Entrando a conciliar) ¡Por favor muchachos...por favor... el público!
FOLKLORISTA: Si, si señora, disculpe, pero así no se puede...
JULIA: (Imperativa) José!
SR. DANTUR: Calma muchachos, calma. El público espera... andá Cacho.
SONIDISTA: (Baja del escenario protestando) Esta bien... no se para que me meto yo en esto... ¡Cantá sin tocar el micrófono, vos!
(El dúo acomete el tema anunciado. El señor Dantur y Julia se quedan a un
costado, vigilando)
FOLKLORISTA I (Agradece los escasos aplausos.) Gracias...y ya para cerrar nuestra actuación...(El micrófono vuelve a fallar, el folklorista lo sacude.)
SR. DANTUR: ( Apresurado y sonriente) Y así ha pasado por nuestro escenario, el dúo “Cantonuevo”, con el inconfundible sello de su estilo. (Mientras el Presidente habla, los folkloristas, con evidente disgusto, retiran sus instrumentos poniéndolos al fondo del escenario y bajan a ubicarse en alguna butaca vacía, entre el público, comentando en voz baja el incidente.) ¡Un aplauso para ellos que aportan nuevos aires al folklore argentino...! y ahora ... Escuchemos en la voz de la señorita Julia Delgado, prosecretaria de nuestra institución, tres poemas del cuadernillo ganador: “Voluptuoso Amante”, que serán interpretados por la profesora de danza contemporánea y expresión corporal, señorita Nuria Trejo...!
(El micrófono se corre a un costado. Entra Julia con papeles en la mano. Luz para ella. En un rincón, Josefina con la Flor en la mano. Comienza a escucharse el Adagio de Albinoni. Julia recita. Aparece Nuria, malla turquesa, descalza, con una tela roja en la mano, que utilizará para sus evoluciones sobre el escenario. Son remanidos pasos de danza contemporánea en los que ella se afana con estudiada sensualidad, “interpretando” los poemas.)
JULIA: (Recitando) Me busco/ Camino, ando, respiro/ me palpo y me descubro/ soy mujer/ soy mujer/ soy mujer, digo/ y nadie me escucha/ soy mujer/ grita mi sangre/ mientras corro por la alameda/ soy mujer/ y el rocío de la madrugada/ moja mi piel/ húmeda/ transida de sueños/ Desnuda/ paso entre la gente/ camino ante ojos asombrados/ y grito/ soy mujer/ nadie me escucha/ estiro mis manos/ toco mi cuerpo/ ando sin rumbo/ quiero que descubra el mundo/ que soy, que existo/ que entre la gente vivo/ que amo y sueño/ ofrezco mis manos/ mi húmeda piel/ soy mujer, grito/ y nadie me escucha./ (Con el final, la luz baja y vuelve luego encenderse. Nuria y Julia saludan. Música – quizás “Claro de Luna” – y Julia acomete con el segundo poema.)
JULIA: (Recita, luz al tono) Soñé contigo/ en tormentosas noches solitarias/ voluptuoso amante/ Despertaba de pronto/ y ansiosa en la oscuridad/ te buscaba.../ pero no estabas/ mis manos te reemplazaron/ aquel largo estío/ hasta que un otoño/ cuando mustias caían/ las hojas de los arrayanes/ te encontré/ y mi piel despertó de pronto/ con tus caricias/ y mis senos ávidos/ por tu boca, despertaron/ /(Julia entusiasmada pone cada vez mas énfasis en la lectura. Las evoluciones de Nuria sobre el escenario son una obvia descripción de las imágenes del poema.) Voluptuoso amante/ tus dedos/ palmo a palmo/ me recorrieron/ y mi sangre decía:/ Ahora si, ahora si!/ Mi sexo palpitaba esperándote/ Toda yo, ebria de besos/ en aquel oscuro portal/ donde nuestro amor/ se ocultaba/ de la incomprensión ajena/ hasta que te sentí!/ voluptuoso amante/ toda la cálida / humedad del amor/ de tu cuerpo partió / y te sentí! / (Hay risitas apenas sofocadas en la platea. Los miembros de la comisión se miran desconcertados. Josefina exhibe beatífica sonrisa. Julia prosigue entusiasmada.) Fue una explosión de júbilo/ en aquel oscuro rincón/ mi cuerpo todo se estremeció/ entonces gemí y grité/ pero tu ruda mano sobre mi boca/ el sonido del amor, ahogaba/ En aquel portal oscuro/ fuimos uno/ voluptuoso amante/ y mi piel, y tu piel...
(El murmullo en la platea ha crecido hasta escucharse con claridad la voz de doña
Dolores, madre de Josefina)
DOLORES: Pará, viejo...pará... ya termina!
EUSTAQUIO: (Padre de Josefina) Si eso es lo que no quiero: Que termine. (Avanza por el pasillo central de la platea, seguido de su mujer) ¡Desvergonzada! ¡Yo le voy a enseñar...! ¡¡¡Paren eso... paren!!!
( Julia que al principio no entiende lo que pasa, levanta la voz y recita con mayor
empeño. Nuria trata de continuar, pero Cacho ha quitado la música. El presidente
se adelanta.)
SR. DANTUR: Pero...pero ¿¡que pasa, señor!?
EUSTAQUIO: (Grita desaforado) ¡Que paren eso, le digo...! ¡No quiero escuchar más! ¡¡Prendan la luz...!!
DOLORES: Viejo, cálmate que hay gente...
EUSTAQUIO: ¡Ya se que hay gente...! Precisamente por eso! (Subiendo al escenario. A Josefina) Descarada! Donde aprendiste eso...!? ¿¡Decime donde!? ¿Para eso me sacrifiqué...? ¿¡Para eso te mandé al colegio de las monjas!? ¿¡Esa es la moral que yo te di!?... ¡Arrastrada!
JULIA: (Enfrentándolo) Señor...! ¡Esta usted en una institución Cultural, ¿me oye? ¡Cultural...!
NURIA: (Hace causa común) ¡Usted no tiene derecho a arruinar mi actuación, señor! ¡Yo soy una artista seria, una bailarina profesiona!
EUSTAQUIO: ¡Que cultural, ni que artista! Esto es una inmoralidad, m´hija...
NURIA: ¡Y usted es un pueblerino que no entiende lo que es el arte! ¡Nuria Trejo, me llamo, yo! ¡Nuria Trejo! Yo he bailado en Buenos Aires, señor, por si usted no lo sabía. ¡Yo he hecho giras importantes...!
EUSTAQUIO: (Enfrentándola) ¡Pero, cállate...! ¡Me imagino que giras habrás hecho, vos! ¡Si también debes ser otra loca, como aquella...! (Por Josefina)
JULIA: (Mira a todos lados como pidiendo disculpas) Por favor, señor, contrólese o llamo a la policía.
EUSTAQUIO:: ¡Y vos también! ¡Locas las dos...! ¡Mejor dicho, las tres, con aquella! (Señala a Josefina inmóvil en su rincón) ¡Locas... locas... locas!
NURIA: ¡Que alguien haga algo! ¡Que alguien lo saque de aquí...! (Grita histérica) ¡Soy una profesional! ¡Exijo respeto! ¡Yo quiero bailar, necesito bailar...! (llora)
SR. DANTUR: (Grita desesperado por el micrófono) ¡Silencio, carajo, silencio! (Todos callan. Lo miran. El prosigue, un poco asustado por el efecto logrado) Por favor... por favor... no arruinemos así, un acto tan lindo... señor Díaz, en nombre de la comisión directiva de esta institución, me permito pedirle respeto por los artistas, por el público y... y... por el insigne maestro argentino... si usted se ha sentido afectado en algo, le ruego que se calme y lo conversemos con la serenidad y el respeto que este acto se merece.
EUSTAQUIO: (Trata de controlarse. Respira profundo. Hace una dramática pausa, como si fuera a decir algo muy importante) Si...esta bien... me calmo...estoy calmado...(Respira hondo) Tranquilo... muy tranquilo ... pero mire... usted me va a dejar hablar, me tiene que dejar hablar... porque yo... yo tengo que hablar, señor, y no solo en mi nombre sino también en el de la institución que... que de alguna manera represento...El Banco de la Nación Argentina, sucursal Presidente Sarmiento... porque no se si usted sabrá, señor que yo tengo veinticinco años de banco... veinticinco años sin una mancha en mi legajo, (la emoción y el orgullo lo van ganando) veinticinco años de llegar siempre temprano, de sonreír, de ser amable con todo el mundo... y en donde me pusieran, ¿eh? En donde sea, señor, en cuenta corriente, en depósitos, en créditos... en donde sea... veinticinco años hasta llegar a ocupar hoy, el lugar que modestamente creo merecer: subgerente de sucursal...Veinticinco años de sacrificios, señor, (Ya abiertamente se dirige al público) señores... y todo ¿para que? Para darle a esa (Señala a Josefina) una educación como Dios manda, una educación cristiana, en colegio de monjas... y después, que el inglés... que el piano... que la danza española... y conste que yo no quería, pero la madre insistió, porque aunque yo sea un padre moderno, a mi no me parece, eso de andar sacudiendo las polleras y mostrando las piernas en el escenario, con el perdón de la señora...o señorita, no se.(Lo dice por Nuria) Pero ella es una... bueno, una bailarina profesional... (Casi disculpándose) si ella misma lo dijo... ¿Y libros? El que quisiera, porque nada se le mezquinaba. Además en mi casa se lee...no somos de estar todo el día con la tele, como algunos... bueno, salvo la patrona con la novela... ¡Y que libros, eh! Espronceda, Lugones, Nalé Roxlo, Becquer...¡Esa si es poesía! ¡Poesía de verdad, señores! (Recita) ...Cerraron sus ojos/ que aun tenia abiertos/ taparon su cara/ con un blanco lienzo/ y unos sollozando/ y otros en silencio/ de la triste alcoba/ todos se salieron...(Se entusiasma)Volverán las oscuras golondrinas/ de tu balcón sus nidos a colgar/ pero aquellas que su vuelo refrenaban/ tu hermosura y mi dicha al contemplar/ esas no volverán...¡Eso es poesía! Poesía como yo entiendo que tiene que ser... poesía, digamos...digamos... poética. Con la que uno se solaza (marca la Z) y no como esa que hemos tenido la desgracia de escuchar y... y ver... porque, yo les tengo que decir a ustedes, aunque para los que me conocen no haga falta, que Díaz es un apellido limpio, serio, que se lleva con la frente alta... Los Díaz hemos hecho un culto a la moral y no es posible que ahora, de un solo plumazo como se dice, esa señorita que dicen que es mi hija...
DOLORES: (Ya harta del discurso) Como, “dicen”... que querés decir con eso de “dicen”? (Esta parada al pie de la escalinata de acceso al escenario)
EUSTAQUIO: Bueno, vieja, es una forma de decir...
DOLORES: No, no. Yo quiero que me expliqués clarito y no vengas a insinuar cosas delante de la gente. Porque si ahora te querés sacar el fardo de encima y echármelo a mi...
EUSTAQUIO: No, vieja, es que no entendés... (Pierde la paciencia) Pero si todo el mundo entendió lo que quiero decir, o no? ...Usted, señora, me entendió ¿no es cierto? (Se lo preguntó a alguien del público) ¿Ves, vieja?
DOLORES: Ah...! ¿Así que ahora también soy tonta, yo?
EUSTAQUIO: (Harto) Mirá, no se si serás tonta, pero por lo menos descuidada sos, porqué si vos cumplieras con tu deber, esto no hubiera pasado. ¡Estate bien segura!
DOLORES: ¿Que deber? ¿Que deber?
EUSTAQUIO: El deber de toda madre, de controlar a su hija...vigilarla.
DOLORES: ¡Ah...! ¿Así que ahora yo tengo la culpa? (A alguien del público) ¿Pero a este que le pasa...? Así que ahora las madres tenemos que andar todo el día por detrás de las hijas, vigilándolas, vigilanteándolas como se dice, revisándole los papeles... controlándolas como carceleras ¿Que le parece a usted?
EUSTAQUIO: ¡Por supuesto! ¿Quién va andar si no anda la madre, eh?
DOLORES: Las madres son madres, no carceleras...Anda sabiendo...¿porque no la controlabas vos, a ver, decime?
EUSTAQUIO: ¿Ah, si? ¿Y vos ibas a ir al Banco, por mí? Una carrera bancaria necesita dedicación y entrega. ¿Me entendés? ¿O vos te crees que una sucursal como la nuestra se maneja sola? El Banco de la Nación Argentina, sucursal Presidente Sarmiento, m´hija, necesita gente como uno, que se comprometa con su trabajo, que...
DOLORES: (Interrumpiendo) Mirá, ya me tenés podrida con tu banco! (Al público) Ustedes disculpen...
EUSTAQUIO: ¡Lo que tengo que oír...! Una vida dedicada a la función pública para que ella y su hija tengan todo. ¡Una vida! Y cuando uno reclama que no cumplen el deber de madres...
DOLORES: ¡Que deber de madre! ¿Y el deber del padre?
EUSTAQUIO: ¡El deber del padre es llevar el pan a la casa, y el de la madre es vigilar!
DOLORES: Mirá, vos mejor agradecé que yo no vigile...
EUSTAQUIO: ¿Que querés decir?
DOLORES: Yo sé bien lo que quiero decir. Yo me entiendo...
EUSTAQUIO: ¡Pero vos estas loca, m`hijita, loca! (Al público) Ustedes disculpen pero es que hoy me toca lidiar con todas las locas de la ciudad.
DOLORES: Mirá, mejor vos bájate de ahí y no hables de locas que no te conviene. Vamos a casa y déjala tranquila a la nena, querés? (Con el final de su parlamento inicia la retirada por el centro de la sala.)
EUSTAQUIO: Ah, no! Pará...pará! ¡Yo ahora exijo una reparación pública, una satisfacción!
DOLORES: (Grita desde el pasillo) Porque no le pedís una satisfacción pública a esa que te la da en privado?
SR. DANTUR: ¡Por favor, señores! ¡Señores...cordura... calma...! (Nadie lo escucha.)
EUSTAQUIO: ¿Que querés decir?
SR. DANTUR: (A Cacho) ¿Poné música, vos! (Cacho lo mira sorprendido pero obedece. Vuelve a sonar Albinoni Todos se miran. Aprovecha el instante de silencio.) Por favor que esta magnífica música traiga la paz y podamos continuar con el acto...
DOLORES: ¿Qué...? ¿Querés que todos se enteren donde vas los jueves, cuando decís que te quedás a hacer horas extras? ¿Eso querés?
SR. DANTUR: (Micrófono) Señores, lamentablemente me voy a ver obligado a suspender el acto por...
DOLORES: ¿O vos te crees que nadie sabe que todos los jueves te vas encamar con la mosquita muerta, esa que tenés al lado tuyo?
JULIA: (Sorprendida ) Conmigo!?
MARIA MARTA ¡Que infamia, señor, que infamia...!
EUSTAQUIO: (Ruega) ¡Por favor, Lolita...!
DOLORES: ¡Lolita, las pelotas!
JULIA: (Al presidente) ¡Viejo...te juro que yo nunca te falté!
DOLORES: No, si a usted no le digo...
EUSTAQUIO: (Bajando del escenario) ¡Vamos...¡Vamos ya mismo a casa!
MARIA MARTA: Por favor, señor presidente, que se vayan...
JULIA: Tiene razón la señorita secretaria. No pueden venir a dirimir cuestiones familiares en este lugar...
DOLORES: ¡No! ¡Ahora no me voy nada! ¡Ahora me van a escuchar los dos! ¡Ahora vas a escuchar todo lo que yo quiera decir...! ¡Mata Hari! ¡Vampiresa!
MARIA MARTA: Que vergüenza... que vergüenza...
DOLORES: ¡Claro! ¡Vergüenza te tiene que dar, robamaridos!
MARIA MARTA: (Al presidente) ¡Hacé algo, José!
SR. DANTUR: (Como para si, pero todos lo escuchan) ¿Así que los
jueves, no? Claro, ahora entiendo. Con razón. Me
parece que yo también necesito una explicación.
MARIA MARTA: ¡Ay, José... por favor, no le creas!
SR. DANTUR: Con razón...
JULIA: ¿Con razón que, José?
SR. DANTUR: No, nada. Yo me entiendo.
DOLORES: ¡Horas extras...! ¡Ahí la tenés a tus horas extras!
Negalo, ahora!
EUSTAQUIO: Lola...hay gente. ¡Por favor, callate!
MARIA MARTA: ¡Por favor, que alguien la haga callar! ¡Yo soy una docente, señora!
DOLORES: Si! ¡Ya se lo que enseñas, vos! ¡Perdida... Traviata!
SR. DANTUR: Los jueves...(Casi para si mismo) Y yo como un estúpido...
JULIA: (Intenta entender) ¿Vos que, Pepe?
SR. DANTUR: No ...no, nada.
JOSEFINA: (Lanza un agudísimo grito que sorprende y hace callar a todo el mundo) La concha de la lora...! (Silencio) La concha de la lora!
EUSTAQUIO: ¿¡Que!?
DOLORES: ¡Nena!
JOSEFINA: ¡La concha de la lora!
JULIA: ¡Señorita Díaz, por favor!
JOSEFINA: (Avanza lentamente hacia el centro del escenario) Mierda...aca... bosta... mierda... mierda...
DOLORES: Ay, nena... ¿que te pasa...?
JULIA: ¡Esta enferma. Le dio algo!
SR. DANTUR: ¡Señorita Díaz, tenga en cuenta donde está...!
JOSEFINA: (Elige cuidadosamente las palabras) Concha...ura... cachucha...
JULIA: ¡Llamá a un médico, José!
SR. DANTUR: ¿Hay algún médico en la sala?
EUSTAQUIO: ¡Cállate, hija...cállate, por favor!
JOSEFINA: (Sonríe. Elige las palabras) Culo...orto, agujero, hoyo...teta...gomas...
EUSTAQUIO: (Sube corriendo al escenario para tratar de hacerla callar) ¡Te digo que te callés, perdida! (Trata de taparle la boca, el presidente ayuda)
JOSEFINA: (Prosigue como puede) Chorizo... choto...pito...pija verga...
DOLORES: ¡Ay...m´hijita querida...que le pasa...m`hijita....!
JOSEFINA: (Luchando) Coger... culiar...follar...
MARCELO: (Es el, la 1º voz del dúo folklórico que sube una vez más al escenario) Suéltenla...! Que la suelten les digo! (Forcejea con lo otros dos).
JOSEFINA: (Lo descubre y se arroja en sus brazos) ¡Marcelo, mi amor! (Llora).
MARCELO: Ya esta, mi bichito de luz, ya esta. LLore, llore tranquila.
JOSEFINA: Disculpame, mi amor.
MARCELO: No sos vos la que tiene que pedir disculpas, bichito.
( Se besan largamente. Todos se apartan y miran asombrados la escena de amor)
JOSEFINA: No me dejes nunca, papito.. teneme así, abrazadita.
MARCELO: Llore tranquila mi cosita... mi chanchita... mi guaranguita... no le vas a pasar nada al bombocito... Aquí estoy yo para cuidarla.
EUSTAQUIO: (En el colmo del asombro) ¿¡Pero... y vos quien sos!?
MARCELO: Marcelo Puig, señor (Le extiende la mano que Eustaquio en su desconcierto no se decide a tomar) El novio de su hija.
JOSEFINA: (Entre lágrimas) Es mi pareja, papá.
JULIA: (Conmovida) ¡Ay... que hermoso!
(Nuria en un rincón, abraza a María Marta que llora bajito)
EUSTAQUIO: Pero entonces vos sos el...(Señala los papeles que Julia tiene en sus manos).
JULIA: (Sonriente, le termina la idea.) El voluptuoso amante... ¿que romántico, no? (Mira a todos como buscando aprobación)
EUSTAQUIO: (Que se ha recuperado de la sorpresa) ¡Pero, que romántico ni romántico! ¡Claro, como no es su hija!
SR. DANTUR: (Lo ve venir) Por favor, señor Díaz, no empecemos de nuevo.
EUTAQUIO: (Ni lo escucha) Esta no es forma, jovencito...Ustedes me deben una, que digo una...varias explicaciones.
MARCELO: (Serio, casi solemne) Señor, su hija y yo nos queremos y vamos a casarnos. (Gritito de aprobación de Julia.)
JOSEFINA: ¿Lo decís en serio, bichito?
MARCELO: Por supuesto, mi amor.
JOSEFINA: ¡Besame... besame! (Conmovida y feliz le ofrece los labios como una heroína romántica)
MARCELO: (La besa rápidamente para calmarla y prosigue.) Ya está decidido, señor.
EUSTAQUIO: ¿Como, “decidido”? ¿Así, sin preguntarle nada a nadie? ¿Ustedes se creen que esta bien eso de “decidido”? ¿Y los padres? ¿Ya nadie toma en cuenta la opinión de los padres en esta época? ¿Vos te crees que así nomás te voy a entregar a la nena? A ver... por ejemplo, ¿en que trabajas, vos?
MARCELO: Yo soy músico, señor.
EUSTAQUIO: ¿Músico...? ¡Guitarrero y gracias!
JOSEFINA: (Abrazada a Marcelo) ¡Papá...! ¡No me lo insultés!
EUSTAQUIO: Mirá, vos mejor cállate porque te mato.
MARCELO: Señor, le ruego que no le hable así a mi novia.
EUSTAQUIO: ¡Yo a mi hija le hablo como quiero, andá sabiendo, guitarrero!
JULIA: La música y la poesía unidas por el amor... ¡que divino!
SR. DANTUR: Termínala, Julia.
JULIA: ¡Ay, José, decime si no dan ganas de ...! (Lo toma del brazo.)
SR. DANTUR: ¡Cortala, te digo! Señores, con todo respeto, yo creo que este no es el ámbito para dirimir estas cuestiones, digamos... familiares. (Tratando de retomar el tono solemne que hace mucho perdió la reunión) Nos hemos reunido hoy aquí para rendir culto a la poesía, como una forma de homenajear asimismo al primer maestro argentino, de cuyo nacimiento se cumplirá en minutos mas un nuevo aniversario, por lo que voy a solicitar a todos los presentes que, como ya es tradición todos los años en esta fecha, al finalizar esta amable reunión, en- tonemos todos juntos el “Himno a Sarmiento”.
(Sobre el final de sus palabras, se oye un sollozo. Es María Marta que acompañada por Nuria sale por el pasillo central de la platea.)
MARIA MARTA: (A Nuria, sollozando) ¡No...no...déjame!.
NURIA: ¡Pero no podés irte así...¡ ¡Tenés que defenderte! ¡Es tu dignidad, nuestra dignidad de mujeres, la que esta en juego!
MARÍA MARTA: Es que no doy mas, Nurita...
JULIA: Marta...no te vayas así, esperá...
SR. DANTUR: ¡Señorita secretaría, por favor!
MARÍA MARTA: (Desde el pasillo) ¡Ya no soy secretaria! ¡Renuncio! No puedo ser secretaria de una institución que permite que se me insulte de la manera en que lo han hecho. (Todo esto ha sido dicho con gran tono melodramático y entre hipos y llantos.)
NURIA: (Alentándola) ¡Eso... eso! Y que además no defiende el arte moderno, arriesgado, comprometido... y menos si esta hecho por una mujer.
SR. DANTUR: Perdóneme, señorita pero usted no puede decir eso.
NURIA: ¡Si puedo, presidente... claro que puedo! ¿O que cree usted que ha pasado aquí esta noche, eh?
SR. DANTUR: Pero Nuria...¡Usted ha podido bailar en este escenario! Y no es la primera vez, que conste. ¡En el escenario de la Asociación Sarmiento! (Enfatiza) En el que sin ir mas lejos, no hace quince días, el Ballet Estable de la Provincia, bailó, El Lago de los Cisnes. ¡Por favor...!
NURIA: Claro ...claro! ¡Eso es lo que les interesa! (Con desdén) “El Lago de los Cisnes”. ¿Y la danza moderna, eh!? ¿Y la palabra, bailada? ¿Y la poesía erótica puesta en movimiento, eh? ¿Eso no interesa?
EUSTAQUIO: Mirá, mejor no hables de poesía erótica vos, porque me sube el gallego y soy capaz de armar un estropicio!
NURIA: (Desaforada) ¿Se dan cuenta? Se le permite a este ...energúmeno, interrumpir un hecho artístico como si tal cosa. ¿y todo por qué? ¡Porque no aceptan una danza o una poesía, distinta, de ruptura! (En medio del discurso vuelve a escucharse el lloriqueo de María Marta) Tranquila, tranquila... ¡que hay que hacerse respetar por estos machistas retrógrados, medievales!
MARIA MARTA: (Entre lloriqueos) Pero es que yo no merezco esto, Nuria, Tantos años... tantos años entregados a la Asociación Sarmiento, a la Escuela Normal, a esta ciudad, a su juventud... ¿y todo para que? Para que cualquiera me insulte.
DOLORES: Si a eso de cualquiera lo dice por mi, m´hijita, mejor se me limpia la boca, ¡eh! ¡Pero que se habrá creído!
MARIA MARTA: (Como si no la hubiera escuchado) Y que no se levante una sola voz para defenderme...nadie, ni de la comisión directiva, ni del público... y en esta sala debe haber muchos alumnos y ex alumnos míos (Cada vez mas alto y en tono discursivo) Muchos a los que entregué horas de mi vida, muchos por lo que me desvelé para llevarlos, para guiarlos por los senderos de la belleza, del amor por la literatura, porque díganme, (Al público que tiene a ambos lados del pasillo) díganme si muchos de ustedes no conocieron a Cervantes, a Calderón, al Arciprete de Hita, a Amado Nervo y hasta a Neruda, de mi mano... (Camina por el pasillo, recitando) ya no la quiero, es cierto/ pero cuanto la quise/ si mi voz buscaba el viento para tocar su oído/...Si, pero cuando se trata de levantar la voz para defenderme de la injuria, de la calumnia...(Envalentonada ante el silencio) ¿De que sirven veinticinco años dedicados a la docencia? Veinticinco años de entrega silenciosa en el aula. Noches en vela corrigiendo pruebas escritas. ¿y todo para qué? ¿Para qué, eh? Para que el silencio apruebe el vilipendio, el insulto, el escarnio... y yo sé porque es... (Se quiebra, solloza) porque soy una mujer sola... porque me ven sin un hombre al lado, y eso es pecado en esta ciudad. ¡que digo ciudad¡ ¡en este pueblo! Eso da permiso para que cualquier bruja diga lo que se le antoje para defender al estúpido hombre que tiene al lado, como si lo hubiera comprado, como si fuera su dueña para siempre, como... como si ese cerdo fuera Tom Cruise.
EUSTAQUIO: ¿Cerdo...? ¡Así que ahora soy cerdo...! ¿Como antes no me decías eso?
MARIA MARTA: ¡Si...! ¡Cerdo, cerdo y dominado, eso es lo que sos...!
EUSTAQUIO: ¡Pero bien que te gustan los cerdos dominados, a vos!
MARIA MARTA: ¡A mi nunca me gustaste, andá sabiendo!
EUSTAQUIO: ¡Mirá, yo con chifladas no hablo y menos en público!
DOLORES: ¡Cálmate, viejo, déjala a la loca esa...!
JOSEFINA: ¡Papá... papá por favor!
EUSTAQUIO: ¡Vos no te metas! Inmoral!
DOLORES: ¡Cállate, nena, déjame a mi...! ¡Vos a mi marido no lo llamas “dominado”¡ ¿me entendés?
MARIA MARTA: ¡Dominado... maricón...pollerudo!
DOLORES: (Bajando del escenario) ¡Yo te voy hacer callar a vos, solterona!
MARIA MARTA: (Que se dispone a pelear) ¡Mas solterona será tu abuela!
EUSTAQUIO: ¿Maricón...? ¿maricón, yo? ¡Y justamente vos lo decís...!
SR. DANTUR: (No da mas) Señores...señores...
JULIA: ¡María Marta, contrólate, por favor!
EUSTAQUIO: (Con estudiando cinismo al público) ¡Justo ella me dice maricón a mi!
JULIA: ¡José... hace algo, José! ¡Vos sos el presidente...!
NURIA: (A Eustaquio) Retrogrado...machista... machista!
EUSTAQUIO: (A los gritos) ¡Pero cállate, vos...lesbiana!
NURIA: ¡Machista estúpido! (Protege a María Marta con su cuerpo) ¡Nosotras somos bien mujercitas, anda sabiendo!
JOSEFINA: (Que se ha desprendido de los brazos de Marcelo, grita) Culo... teta... concha...ura!
SR. DANTUR: Por favor, señoras...calmense!
MARCELO: (A Josefina) Ya esta, mi puerquita, mi chanchita, calmese!
JOSEFINA: Pito.. pene... pingo... choto!
SR. DANTUR: Por favor, señores... cordura!
DOLORES: (Al percusionista que se interpone en su camino) ¡Salí... salí!
JOSE: Señora, le ruego que se calme.
DOLORES: ¡Y vos que te metés!
JOSE: ¡Mientras yo este presente, nadie va a tocar a la profesora!
NURIA: ¡Por fin, un hombre!
SR. DANTUR: ¡Presidente Sarmiento no se merece esto...no se merece!
JOSEFINA: ¡Coger...culiar...follar!
SR. DANTUR: (Al sonidista) ¡Tomá, pone este cassette, rápido!
(Cacho pone el cassette, y a todo volumen suenan los primeros acordes de “La
Marcha de San Lorenzo”. Todos callan, sorprendidos. Se miran entre si. Cacho
detiene la música)
SR. DANTUR: ¡Del otro lado, estúpido!
CACHO: (Maniobrando con el grabador) Me parece que se trabó, señor...
SR. DANTUR: (Lo mira con furia. A Marcelo) ¡Metele con la guitarra, vos¡
MARCELO: (Corre a traer la guitarra) ¡Pero... que quiere que toque!
(Sin contestar, el Sr. Dantur acomete con brío con la primera estrofa del “Himno a Sarmiento”, Marcelo intenta acompañarlo con la guitarra. José sube y hace su aporte con el bombo. Al presidente se une Julia, su mujer, que canta con voz atiplada . Lentamente todos los personajes – si se une el público, mejor – desde el lugar en que se encuentran, van sumando sus voces. Con el final del himno, bajan lentamente las luces hasta producirse el apagón final.-)
RAFAEL NOFAL
Pje. Alvarez Thomas 2369
Tel 0381-4343092
S.M. de Tucumán
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