Blog de Rafael Nofal para consultas de colegas y alumnos (Si usa material de este Blog, no olvide citar la fuente.)
martes, 17 de noviembre de 2015
miércoles, 26 de agosto de 2015
miércoles, 5 de agosto de 2015
martes, 28 de julio de 2015
EL CONDE DE MALUCO
EL CONDE DEL MALUCO
Monólogo de Rafael Nofal basado en la novela MALUCO de
Napoleón Baccino Ponce de Leon
Una flauta trae sones del
lejano medioevo español. La luz sube lenta sobre un anciano que sentado a una
mesa rústica cubierta por un viejo mantel relee lo que acaba de escribir. El
mobiliario es completado solo por un arcón de madera de donde aparecen casi
mágicamente, los pocos elementos que le servirán a Juanillo para contar su
historia.
JUANILLO: En el año de la Encarnación de Nuestro
Señor Jesucristo de 1519, yo, Juanillo Ponce, natural de Bustillo del Páramo,
en el reino de León, me vine con mi señor, el Conde don Juan, a su señorío en
Monturque, vecino a Córdoba, la infiel. Y como quiso la suerte que aquel gran
señor, el mas generoso y amable de los amos, a quien Dios tenga en el
purgatorio, que la lujuria es un pecado menor, muriese a las pocas semanas en
los brazos de Eros, por así decirlo, que tan esforzado era en la guerra como en
el amor, y no menos animoso pese a sus años; determiné venirme a Sevilla a
ejercer mi oficio de truhán y tener así ocasión de probar suerte en las Nuevas
Indias descobiertas ha poco, por el Almirante. Y estando en esta ciudad de los
reinos de vuestra Merced, divirtiendo con mis artes a la chusma marinera por un
mendrugo, supe que se preparaba una expedición al Maluco, y decidí probar
suerte en ella.
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Textos Teatrales
Y UN DIA SU OLOR CAMBIÓ
Y UN DÍA SU OLOR CAMBIÓ
de
Rafael Nofal
Personajes: 1-Él, que cuida la calle.
2-Ella, la mujer que no
duerme.
3-La mujer con perdigones.
Cruce
de dos calles de barrio. Es de noche. Algunas ramas, cubiertas de automóvil, un
viejo colchón doblado y otras cosas bastante insólitas arman una especie de
barricada. Un hombre joven, solo, con una vieja escopeta en la mano y un machete en
la cintura, vigila mirando por encima del parapeto. Es claro que su relación
con las armas es poco frecuente . Tiene una linterna y en algún lugar esconde
una botella de una bebida alcohólica a la que acude de vez en cuando.
Los
testimonios son en algún lugar indeterminado del espacio escénico.
I
TESTIMONIO DE LA MUJER QUE
NO DUERME:
No tengo demasiado para
decir. Lo hecho, hecho esta.
II
EL: (Habla por teléfono
celular) No hay problema…aquí me quedo. Solo, si. No…si se acercan los cago
a tiros, no te preocupes. Si, yo hago el aguante, pero cuando puedan manden a
alguien. Por aquí no van a pasar. (pausa)
Todo tranquilo. Los vecinos están encerrados en las casas. (Corta.) Se ha puesto fresco, carajo.
(Ordena
todo como para pasar una larga noche de vigilia. Es meticuloso. Se sienta a
esperar en algún elemento que forma parte de la barricada pero no puede estar
quieto. Camina y trata de adivinar algún
movimiento en la noche. Algo que pasa sobre su cabeza, lo asusta.)
¿Qué mierda es eso? (Aferrado a su arma) ¡De nuevo! Parecen
pájaros…¿pero qué pájaros van a andar de noche? ¿Serán murciélagos? Son muy
grandes para ser murciélagos…Bichos de mierda, ni se los ve, solo la sombra y
el chillido.
III
TESTIMONIO DE LA MUJER CON
PERDIGONES:
¿Por qué no puedo hablar?
¿Por estos estúpidos agujeritos? ¿Y que tiene que ver? Yo necesito hablar. Aquí
hay algo que está mal y no quiero irme sin saber que es. Todos tenemos que
hablar. El silencio es malo. El silencio engorda rencores, anuda malos
entendidos. Hace crecer tumores en el interior de los cuerpos. El silencio
arrastra dolores hondos y oscuros, pesados como carros. El silencio es malo
porque en algún momento todo explota, como ese auto que estalló hace años frente a
la casa de la Rosa, en las épocas malas del país. Las paredes chorreaban aceite
y sangre, había pedazos de cosas y de gente desparramadas por todos lados. -Así
debe ser cuando el silencio estalla- me acuerdo que pensé, mientras trataba de
contener el vómito. Durante años me quedó esa imagen en la cabeza y de la única
manera en que pude no digo olvidarla, porque esas cosas no se olvidan, sino no
sentirla tan terrible, es hablando sobre eso. Esto que pasó aquí también es
terrible y hay que hablar…para que la pena y el odio se alivianen, hay que
hablar.
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Textos Teatrales
lunes, 5 de enero de 2015
sábado, 3 de enero de 2015
MARATHON de Ricardo Monti
Acerca del montaje
de MARATHON de Ricardo Monti
Hoy, a la distancia, en el
tiempo y en el espacio, recuerdo cuando casi por casualidad cayó en mis manos
una nota que alguna revista especializada le había hecho a Ricard Salvat. Me
dije entonces, y a pesar de venir de un largo tránsito por los siempre sinuosos
caminos de la dirección teatral, en mi
país y en latinoamérica: “De este hombre de teatro tengo mucho que aprender”.
Algún tiempo después, entre varios jóvenes directores argentinos, tomaba
aplicadamente clases con Ricard en un seminario de puesta en escena, que
impartía en el Teatro San Martín de Buenos Aires. Algo mas tarde, con una beca
de la Universidad Nacional de Tucumán,
me encontraba en Barcelona para desempeñarme como su ayudante de dirección en un montaje de “En
la Ardiente Oscuridad” de Buero Vallejo, y bebiendo con fruición cada palabra
de quien yo había adoptado como “maestro”, casi a pesar de él. Finalmente esta
relación devino en la posibilidad de montar “Marathon” de Ricardo Monti.
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viernes, 2 de enero de 2015
Prólogo de "HACHA Y QUEBRACHO" de Raul Dargoltz
EL
TEATRO EPICO DEL SALITRAL
¿Que es “Hacha y
Quebracho”? ¿A que nos remite la sonoridad de la frase?
Cualquier
santiagueño que se precie ligaría el significativo golpe de las dos “CH” a Raúl
Dargoltz. Hombre de teatro, historiador, investigador, pero fundamentalmente un
intelectual preocupado por los destinos de su tierra natal.
“Hacha y Quebracho” es, que
duda cabe, una especie de marca registrada en el imaginario popular de la provincia
en estos últimos años, porque nombra varias cosas: un libro de ensayos sobre la
realidad santiagueña publicado en el año 91, una sala de teatro que durante
algún tiempo regenteara su autor junto a
Tito Díaz o un texto teatral de notable aceptación pública, cuya fuerza
testimonial ha convocado desde que comenzó a rodar, allá por 1984, a miles de
espectadores en los lugares mas insólitos.
Obra extrañamente maleable,
que fue mutando de pieza didáctica a cantata, a obra para un actor y un
cantante, o para dos actores, o para actores y ballet, a veces fue un monólogo, etc.
Vi varias versiones de esta pieza. La primera, creo recordar que en un teatro deLa Banda , aquel ya mítico
montaje con Daniel Nasif y Juan Carlos Almada y lo que aquella vez me llamó
inmediatamente la atención fue la “epicidad” del espectáculo: La obra de
Darlgotz que hoy comentamos no tiene una fábula en el sentido aristotélico. Está
escrita en escenas sueltas y cerradas en
si mismas, unidas solo por la pertenencia a la
historia de la provincia de Santiago del Estero. Esta estructura
secuencial, le permite al emisor señalar mas de un punto de vista, pero
indudablemente siempre se ha de privilegiar uno, el del autor. Sobre el
escenario van desfilando personajes como Rams y Rupert, el Conde del Castaño,
Antenor Alvarez, Saint Germes, el entrañable Zenobio Campos entre otros. Cada
uno es protagonista de su propia y reveladora anécdota. La irrupción de datos
estadísticos y canciones tienen la clara
intención de reforzar el sustrato ideológico y evitar la empatía, produciendo
el efecto de “extrañamiento” tan caro al teatro brechtiano. El espectador no
debe comprometerse emotivamente, su placer estará en comprender los procesos
históricos que llevaron a la provincia a ser lo que es. Hay aquí una concepción
activa del hecho teatral, este debe ser un producto usable y aplicable, debe
servir para enseñar y concientizar
Vi varias versiones de esta pieza. La primera, creo recordar que en un teatro de
Teatro épico de la mas
rancia estirpe, aunque claro...con el inevitable toque latinoamericano, porque
la pasión sobrevuela constantemente el escenario. Los actores se llaman por sus
nombres, actúan pero también discuten, reflexionan. Con algún elemento de
vestuario y utilería que cambian a la vista del público pasan de un personaje a
otro. La “literarización” esta planteada en la actitud aleccionadora de los actores en
ciertos tramos del espectáculo y en la
música, pero también través de diapositivas que comentan y refuerzan la
posición discursiva del texto. Las canciones, si bien tienen en general, una
carga dramática importante, acentúan lo formulado, comentan y hacen explícito
lo implícito.
Dargoltz no anda con medias
tintas, quiere, necesita que todo quede claro. Ya el comienzo desconcierta y
sorprende: los actores juegan a ser folkloristas que hacen humor con el tópico
de la pereza santiagueña, justo cuando el desprevenido público comienza a
divertirse con lo vulgar e insustancial de los chistes, un actor grita
“¡Mentira, todo esto es mentira!” y el espectador acalla sus risas, casi
avergonzado, para recibir a partir de ese momento un alegato fuerte, áspero y
sin concesiones acerca de los porques
históricos de la actualidad santiagueña.
Santiago es tierra de
paradojas y contrastes. De la memoria
mítica de bosques umbríos, de sachayoj protectores de maravillosos animales y árboles
indestructibles que poblaban esos bosques rodeados por ríos que desbordaban en
esteros de edénica fertilidad; pasamos
al salitral inmenso, al desierto interminable, al secadal que condena a sus
habitantes a la tristeza eterna. Esta tierra alberga y albergó como no podía
ser de otra manera a hombres diversos: Desde el criollo corajudo y peleador
como el Silverio Leguizamón de Canal Feijóo
al hombre manso pero igualmente heroico como Zenobio Campos. Hombres de prodigiosas
utopías pagadas con la muerte como Saint Germes y otros de mirada corta y
mezquina. En esta tierra cohabitaron franceses, daneses, árabes y judíos con
los descendientes de los juríes y aun de los negros que alguna vez fueron traídos
como mano de obra esclava. Aquí se cobijó el quichua, idioma imperial que se
adoptó como propio. Aquí conviven el ritmo alegre y festivo de la chacarera con
el quejido de la vidala.
Quizás el que todas esas
contradicciones y paradojas estén contenidas de una manera u otra en “Hacha y
Quebracho” explique la razón de su perdurabilidad en el tiempo y el porque se ha
convertido ya, en parte de la historia del teatro de Santiago del Estero.
Rafael
Nofal
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