Blog de Rafael Nofal para consultas de colegas y alumnos (Si usa material de este Blog, no olvide citar la fuente.)
miércoles, 29 de julio de 2015
martes, 28 de julio de 2015
EL CONDE DE MALUCO
EL CONDE DEL MALUCO
Monólogo de Rafael Nofal basado en la novela MALUCO de
Napoleón Baccino Ponce de Leon
Una flauta trae sones del
lejano medioevo español. La luz sube lenta sobre un anciano que sentado a una
mesa rústica cubierta por un viejo mantel relee lo que acaba de escribir. El
mobiliario es completado solo por un arcón de madera de donde aparecen casi
mágicamente, los pocos elementos que le servirán a Juanillo para contar su
historia.
JUANILLO: En el año de la Encarnación de Nuestro
Señor Jesucristo de 1519, yo, Juanillo Ponce, natural de Bustillo del Páramo,
en el reino de León, me vine con mi señor, el Conde don Juan, a su señorío en
Monturque, vecino a Córdoba, la infiel. Y como quiso la suerte que aquel gran
señor, el mas generoso y amable de los amos, a quien Dios tenga en el
purgatorio, que la lujuria es un pecado menor, muriese a las pocas semanas en
los brazos de Eros, por así decirlo, que tan esforzado era en la guerra como en
el amor, y no menos animoso pese a sus años; determiné venirme a Sevilla a
ejercer mi oficio de truhán y tener así ocasión de probar suerte en las Nuevas
Indias descobiertas ha poco, por el Almirante. Y estando en esta ciudad de los
reinos de vuestra Merced, divirtiendo con mis artes a la chusma marinera por un
mendrugo, supe que se preparaba una expedición al Maluco, y decidí probar
suerte en ella.
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Textos Teatrales
Y UN DIA SU OLOR CAMBIÓ
Y UN DÍA SU OLOR CAMBIÓ
de
Rafael Nofal
Personajes: 1-Él, que cuida la calle.
2-Ella, la mujer que no
duerme.
3-La mujer con perdigones.
Cruce
de dos calles de barrio. Es de noche. Algunas ramas, cubiertas de automóvil, un
viejo colchón doblado y otras cosas bastante insólitas arman una especie de
barricada. Un hombre joven, solo, con una vieja escopeta en la mano y un machete en
la cintura, vigila mirando por encima del parapeto. Es claro que su relación
con las armas es poco frecuente . Tiene una linterna y en algún lugar esconde
una botella de una bebida alcohólica a la que acude de vez en cuando.
Los
testimonios son en algún lugar indeterminado del espacio escénico.
I
TESTIMONIO DE LA MUJER QUE
NO DUERME:
No tengo demasiado para
decir. Lo hecho, hecho esta.
II
EL: (Habla por teléfono
celular) No hay problema…aquí me quedo. Solo, si. No…si se acercan los cago
a tiros, no te preocupes. Si, yo hago el aguante, pero cuando puedan manden a
alguien. Por aquí no van a pasar. (pausa)
Todo tranquilo. Los vecinos están encerrados en las casas. (Corta.) Se ha puesto fresco, carajo.
(Ordena
todo como para pasar una larga noche de vigilia. Es meticuloso. Se sienta a
esperar en algún elemento que forma parte de la barricada pero no puede estar
quieto. Camina y trata de adivinar algún
movimiento en la noche. Algo que pasa sobre su cabeza, lo asusta.)
¿Qué mierda es eso? (Aferrado a su arma) ¡De nuevo! Parecen
pájaros…¿pero qué pájaros van a andar de noche? ¿Serán murciélagos? Son muy
grandes para ser murciélagos…Bichos de mierda, ni se los ve, solo la sombra y
el chillido.
III
TESTIMONIO DE LA MUJER CON
PERDIGONES:
¿Por qué no puedo hablar?
¿Por estos estúpidos agujeritos? ¿Y que tiene que ver? Yo necesito hablar. Aquí
hay algo que está mal y no quiero irme sin saber que es. Todos tenemos que
hablar. El silencio es malo. El silencio engorda rencores, anuda malos
entendidos. Hace crecer tumores en el interior de los cuerpos. El silencio
arrastra dolores hondos y oscuros, pesados como carros. El silencio es malo
porque en algún momento todo explota, como ese auto que estalló hace años frente a
la casa de la Rosa, en las épocas malas del país. Las paredes chorreaban aceite
y sangre, había pedazos de cosas y de gente desparramadas por todos lados. -Así
debe ser cuando el silencio estalla- me acuerdo que pensé, mientras trataba de
contener el vómito. Durante años me quedó esa imagen en la cabeza y de la única
manera en que pude no digo olvidarla, porque esas cosas no se olvidan, sino no
sentirla tan terrible, es hablando sobre eso. Esto que pasó aquí también es
terrible y hay que hablar…para que la pena y el odio se alivianen, hay que
hablar.
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