viernes, 4 de septiembre de 2009

QUITO Y CEPILLO (Texto escrito para los personajes creados por Gringo Maccarini y Hugo Zabala)


QUITO Y CEPILLO (Título Provisorio)

Son las ocho de la mañana. Se escucha la voz de Quito voceando los diarios en la esquina. Entra Cepillo mira hacia todos lados, se acomoda parsimoniosamente y comienza a hacer un ritmo de malambo en el cajón, primero despacio y va aumentando el volumen a medida que se entusiasma. Entra Quito alarmado.
QUITO: Eh...! ¡Pará ...pará , no es hora de está haciendo bulla, ché!
CEPILLO: Como bulla? Esto no é bulla, é música, papá!
QUITO: Música? Araca la música!
CEPILLO: Reite nomá, vo...ya vas a vé cuando sea famoso!
QUITO: Famoso? Famoso por choro, será!
CEPILLO: No señó! Que yo soy bien honrao, gracia a Dio y la
virgen...(Toca un poco mas) Si, eso me gustaría sé...¡bombisto! Y tocá con los Tucú Tucú...o dejame el pelo largo y tocá con Los Nocheros.
QUITO: Con Los Nocheros! Ve po la pinta pa tocá con Los
Nocheros! Deja de jodé y laburá, che!
CEPILLO: Esto también es laburo, el arte, también es laburo, pá que
vayá sabiendo!
QUITO: Arte? El arte es morfá todo lo dia, papá! (Gritando a clientes
imaginarios) Diario! Fresquito lo diario! Ultimas noticias! Un fiscal en cana por el tema de las 4 por 4! Diario! Fresquitas las noticias! El hermano de los mellizos también en cana!! Diario.!! Enteresé como los legisladore se pelean por un despacho! Diario...!!
CEPILLO: Ve las cosa que vendí, vó!! Y eso te parece mejor, decime?
QUITO: No sé si será mejor, pero es la realidad, papá!
CEPILLO: Esa porquería es la realidá? Entonce hay que cambiala,
inmediatamente! Iso fato!
QUITO: Que va a cambiá, vó...si apenas sos un lustrador!
CEPILLO: Vos dejá nomá! Ya va a vé! (Sigue ensayando)
(Entra doña Yesi, con la escoba en la mano)
YESI: Eh! No van a dejá dormí nunca, ustede? Se puede sabé que
es todo este escándalo?
(Quito trata de disculparse, Cepillo sigue concentrado golpeando el cajón con los cepillos.)
QUITO: No me diga nada a mi, señora...el es.
YESI: Pero yo le alquilo la paré a usté no a él, así que usté é el
responsable! (A Cepillo) Eh! Cortelá ya, ché!
CEPILLO: (Sigue golpeando, ahora mas despacio.) Shhh! No
interrumpa, señora.

YESI: ¿¡ Se puede sabé, que esta haciendo!?
CEPILLO: (Con los ojos entrecerrados) Ensayando, señora,
ensayando.
QUITO: (Medio asustado.) Tá como dormido...como soñando...
YESI: Ya lo vua despertá, yo de un escobazo.
QUITO: ¡No! Dejeló...le puede hacé mal!
CEPILLO: (Como volviendo en si.) Vé? Eso quería se yo cuando era
chico...¡bombisto! (descubre a Yesi) Yo desde chico i sio artista, señora...Cuando era chango, yo lustraba por la plaza Independencia, con El Piojo y El Pelao, los tré teniamo un grupo, El Pelao y yo le dabamo a lo cajone con lo cepillo y el Piojo zapatiaba. Le sacaba chispa a la baldoza de la plaza..!.y eso que zapatiaba descalzo, no? Vea, así se amontonaban los coso....otra! otra! gritaban...y pa la época del turismo...sabe, qué? Ya ni lustrá queriamo...no hacia falta! Haciamo el espetáculo y se llenabamo de moneda que ponía la gente en la gorra del Pelao.
QUITO: ¿En la gorra? ¡Que gorra! ¡Lo corrian a monedazo, seguro!
Que se vienen a hacé lo artista! ¡Un artista é un artista y un lustrín é un lustrín!
CEPILLO: Y que viene a sé un artista para vó, ¿se puede sabé?
QUITO: Un artista é uno que aparece en la tele como Tinelli ... o...o, a vé quien...El Rafa! Ahí está! El Rafa! Ese era
un artista! Que manera de vendé y levantase mina ese revistero! Eso eran artista!
CEPILLO: ¿De cuando hablá vó? ¡Eso é de la época cuando doña
Yesi usaba pañale!
YESI: ¡No sea atrevido,che! Ay, sí! Yo me acuerdo.... ¡que divino
era ese revistero...! No como los de ahora...
QUITO: Cagamo ...para que habré hablao!
YESI: Divino!
QUITO: (Celoso)Cortelá , señora, que ese no era revistero. Se
hacia el revistero, que no é lo mismo.
CEPILLO: Se ha puesto celoso, doña Yesi...
QUITO: ¡Que celoso...que celoso! Yo aclaro las cosa nomá...lo que
é, é. Un revistero é un revistero y uno que se hace el
revistero, no é revistero. Como este, que se hace el artista
pero é lustrín.
CEPILLO: Vea señó, yo le vua a aclará...uno puede sé lustrín y
artista...Y no hace falta salí en la tele pa sé artista.
YESI: Y haciendo qué se le ha dao a usté por esto de sé
artista...? porqué la verdá, esto de andá cajoneando con
los cepillo...
CEPILLO: De ahí me viene el apodo, el apelativo como se dice, doña
Yesi. A mi me dicen Cepillo, por eso, porque desde chico le doy al cajón entre lustrada y lustrada...desde que la iba a vé a mi hermana, en el Tabarís.... ella también es artista.
QUITO: Hermana? Yo no sabía que vos tenias una hermana.
CEPILLO: Artista ...la Teresa también es o era artista...la verdá no se
porque hace mucho que la’ i perdio de vista.
YESI: ¿Y trabajaba en el “Tabaris” su hermana? ¡Dio mio...! ¿Y
se puede sabé que hacia su hermana en ese lugar?
CEPILLO: Era artista...ya le’i dicho...Desnudista
QUITO: O sea que...! (Gestos de desnudez)... Papá de Dió!
CEPILLO: Que sabí vó...! Desnudista...o sea artista. Denudase como
se debe, también é un arte, pa que vayan sabiendo.
YESI: (Persignándose.) Si usté dice...
CEPILLO: Yo de chico iba al “Tabarís” a vela a la Teresa...Teresinha,
era el nombre artístico... pa que lo viejo crean que era brasilera. Cuando yo iba, acomodaba el cajón en el fondo y me quedaba calladito, mirándola. El gordo Gabriel hacía trrrr....chhhhhaaa! en la batería y volaba el corpiño! La Teresa se meniaba de aquí para allá y lo viejo se volvían loco! Mientra bailaba la Teresa me guiñaba un ojo pa saludame y lo viejo gritaban: Eh...! Con lo menore no...mirame a mi mamita! Era una diosa la Teresa...!...Claro, hace mucho que no la veo. Por donde andará ahora...Desde que ella se ha ido, yo solo tengo que mantené la casa...decí que somo do nomá, la vieja y yo...y la vieja esta grande, ya...La última vé me han dicho que la Teresa andaba trabajando por el sur...por Tierra de Fuego, que...
QUITO: Y la verdá que debe hacé frio ahí pa desnudase, no?
CEPILLO: Y bueno, lo artista somo asi...andamo siempre de gira y
aguantamo lo que venga.
YESI: Y uste a andao de gira alguna vé?
CEPILLO: Si, pero por aquí nomá...por la zona.
QUITO: (Incrédulo) Por donde has andao de gira, vó, se puede
sabé?
CEPILLO: Por aquí, por la ciudá pa que vayá sabiendo...yo lustraba y
tocaba en la plaza Independencia, en la Terminal y a vece en la plaza Irigoyen, ahí frente a lo Tribunale.
QUITO: ¡Ve po la gira! ¡Escucheló doña Yesi!
CEPILLO: No se rían. Si a los abogaos les gusta entrá a los tribunales con los zapatos bien limpios...debe sé porque se le ensucian con todo esos expediente que están ahí amontonaos y esos caso raro que tienen que atendé. Y uno aprende ahí...fuera de joda...la verdá que uno aprende...lo dotore jovene, son bien farolero, eso mientra se lustran hablan y cuentan todo...”Sabés, pibe? Ya lo tengo arreglado al juez, los estúpido de la contraparte...(así le dicen ello a lo enemigo), creen que la tienen a la ley de la pelotas, con el perdón de la palabra, señora, aquí hay que tené muñeca, pibe...hay que sabé hacé las cosa...” En cambio los dotore mas viejo son mas calmaos...eso si que la tienen clara...pero no hablan...ellos saben a quien hay que untá pa que la sentencia salga como ello quieren...a que empleao hay que hablá para que el expediente se mueva, o se quede parao, depende, pero no hablan...Ah! Me acuerdo de uno, de un viejo que si hablaba...un gordo de bigote, con corbata moñito...siempre se lustraba y tenía un montón de abogaos jóvenes a la vuelta: “Yo inventé al monstruo y yo lo destruí” decía. “Yo le presté el partido y el me robó” y lo jovene lo escuchaban con la boca abierta...De que mostro habrá sabio hablá, no?
QUITO: La verdá, no? Que cosa sabrán cocinase ahí adentro que
uno ni conoce, y ello meta mina, meta cuatro por cuatro, haciendose rico mientra uno aquí labura y labura y apena saca pal puchero.
CEPILLO: Bueno pero, pa eso han estudiao...para eso son dotore..
YESI: Para que son dotore? Pa incordiala a una? Pa que ello hagan lo arreglo y uno se quede en banda? La verdá que cuando veo un abogao me agarra una cosa aquí en el estomago...es como cuando paso por el consultorio de un dentista...el olorcito ese a...no se a que sabrá se...me hace como un nudo en la boca del estomago...igual que con los abogaos.
CEPILLO: Cierto é doña Yesi, el mismo nudo que se me hacia a mi
cuando iba a la ecuela.
QUITO: Hasta que grado á ido vo?
CEPILLO: Hasta tercero.
YESI: Y ahí ha dejao...ya se había recibio, digamo.
CEPILLO: Bueno...recibio, lo que se dice recibio, no. Pero ya había
aprendio lo que había que sabe pa la vida: sumá, restá...leé...bueno, mas o menos...en fin, lo que hay que sabé.
YESI: Bueno, pero si ha llegao hasta tercero, podría haber
seguido, Cepillo, el estudio é importante, no se puede abandoná así no más.
QUITO: Es que este é un irresponsable doña Yesi, ¡Como va a
abandoná así lo estudio!
CEPILLO: No, no é de irresponsable...te juro por Dió! Pero la verdá é
que me daba como bronca...o el nudo en el estómago que dice doña Yesi, cuando la señorita mostraba las lámina.
QUITO: Que lámina?
CEPILLO: Unas que mostraba diciendo: Tema: La familia. Y ahí nomá
plantaba en el pizarrón una lámina con unos coso rubios, todos sonriendo así (imita). El padre, la madre y los dos hijito...todo rubio, gordito y felice alrededor de una mesa llena de comida: que pollo, que empanada, que bocadito...de todo, vea. Y lo peor era cuando la maestra decía: Tema, los alimentos. Y ahí nomás chantaba una lámina con la misma mina rubia abriendo la heladera, llena de pollo, carne, leche, postre y que se yo cuantas cosas que en mi vida i visto, por lo menos toda junta.
YESI: La verdá que tiene razón de calentase don Cepillo...si asi le
enseñan en la escuela lo que es la vida...la verdá que tiene razón de no í mas, porque la vida no é eso...eso é un invento de las maestra...o del ministerio, no sé. Pero capá que ahora todo cambia con el EGB 3 ese que han inventao ahora.
QUITO: ¡Ah, si! Aquí en La Gaceta dice que Alperovi va a poné el
jebetré.
CEPILLO: Y eso que é?
QUITO: Vé que só inorante!? El jebetré e una cosa que ha inventao el gobernador pa que lo chico aprendan má, pa que no salgan como nosotro, ahí en la escuela con el jebetré todos los changuito van a tené comedore escolare con buena comida, no como ahora, pa que con la panza llena, puedan aprendé lo que las maestra le enseñan, porque la verdá es que con hambre, la cabeza no te funciona y no aprendí nada.-
YESI: Ah! Y seguro que con el jebetré también le pagan mas a las maestra esa que tiene que i al campo y que andan haciendo dedo en la ruta porque no tienen pal boleto.
QUITO: Maestra rutera como quien dice...
YESI: No sea atrevido usté, que la maestra é la segunda madre, che!
CEPILLO: Segunda? Con la primera a mi me basta y sobra...Que vieja jodida la mia, por Dio! Ahora que esta vieja se le a dao que quiere aprendé eso del interné.
QUITO: Araca , la vieja! Informática te lo ha salio!
CEPILLO: Pa comunicase con la Teresa, dice. Ya que no habla y no escribe, dice la vieja, seguro que en la ré la voy a encontrá...porque será puta pero es mi hija. No es puta mamá, le digo, desnudista no es lo mismo que puta. Su hija es una artista, si los hijo le han salio artista, uste se tiene que resigná. Bueno, pero vos no te has ido, me dice. Es que yo trabajo en la zona, vieja, la Tere hace giras larga, ella recorre el país, es una artista importante. Me entiende? Pero no hay caso, che, jode y jode la vieja. Pero ya lo tengo pensao, pa julio cuando sea la temporada de turismo, voy a arma de vuelta el conjunto, al Pelao por ahí lo veo, ahora es ayudante de un político, reparte bolsone, pero si lo hablo seguro que agarra. El Piojo, no, ese esta internao...en Villa Urquiza, así que tendría que buscá un zapatiador, pero seguro que consigo, en “El Alto de la Lechuza” hay de sobra. Armo de nuevo el conjunto y salimo de gira por la vereda de la casa histórica, por la plaza Independencia, por la 25, por los semáforo del centro y ... y le juro señora que a vece sueño que tocamo y tocamo y tocamo y llueven las monedas de un peso, y llenamo la gorra de moneda todos los días. ¡Así se amontonan los turistas! y la gorra no alcanza, entonces meto las monedas en el cajón, seguimos tocando y tocando hasta que se me amortiguan las manos, cientos, miles de monedas nos caen y juntamo y juntamo... entonces con toda la guita que junto, compro dos pasaje para Tierra del Fuego y me voy con la vieja a buscarla a la Teresa, y para el camino le compro un pollo como esos de la lamina de la señorita. En el sueño, la encontramo a la Teresa, que es la desnudista mas respetada de Tierra del Fuego, que ella renuncia a la fama y se viene a viví en Tucumán con la vieja y conmigo...entonce, vivimo los tré junto como cuando yo era chico...Para eso estoy ensayando...me comprenden? (Lentamente comienza a insinuar los golpes en el cajón)
YESI: Toque, Cepillo...toque.
(Cepillo comienza a tocar un malambo en su cajón, como alucinado. Yesi, deja la escoba y hace palmas. Quito deja los diarios y comienza a zapatear, Yesi se une.)
QUITO: Meta, meta, mas!!
(El ritmo se acelera y cuando llega al máximo, baja la luz.)
FIN DEL PRIMER CUADRO
(En la oscuridad se escucha la voz de Yesi que barre la vereda.)
YESI: (Cantando)Alma, si tanto te han herido...lloras con pena, al saber lo que has perdido...larilarala, al olvido...larailaraila tan buena como fuiste, por amor...larailarraira...etc.
QUITO: (Entrando) Bien...! Doña Antonia Tormo! Esa pieza debe tené como ochenta año!
YESI: Hagasé el picaro nomá, usté! ¿Que hace que no esta en su puesto de trabajo?
QUITO: Es que le’i tenio que i a dejá el diario al dotor!
YESI: Cual dotor?
QUITO: Ese que vive en la otra cuadra... don Varga Añase...qué!
YESI: Ah! El ojito claro! Ese que sabia sé legislador nacional y ahora es de la Cultura...que.
QUITO: El mismo, señora.
YESI: Ah! Ese es padre de la Carolina y creo que tio del Jerónimo...están todo acomodaos, ahí. La familia, digo.
QUITO: Ah, no se. Yo en política no me meto, yo entrego el diario, nomá.
YESI: Y tiene algo interesante el diario que lo entrega con tantas ganas, digo yo?
QUITO: Y como no! Mire: Primera hoja, Lavaña y Kirner, segunda hoja Scioli y la mujer, tercera hoja, Alperovi y la mujer, cuarta hoja, la mujer y Alperovi. Quinta hoja, la Chancha Ale y la mujer...
YESI: Ex...
QUITO: Bueno, ex.
CEPILLO: (Entrando)Lindo diariero va a sé vo si seguí charlando y no vendí
QUITO: Escucheló al oráculo doña Yesi.
CEPILLO: No digá malas palabra que yo te hablo bien, ché!
QUITO: Vé que só ignorante! Oráculo é el que te dice que va a pasá en el futuro.
CEPILLO: Futuro? Dejá nomá que yo apena me banco el presente.
QUITO: Araca que te has venio filósofo, che!
YESI: La verdá es que los dó se han venio complicaditos hoy, no se que les anda pasando.
QUITO: A este que le va a pasá, doña Yesi, si tiene el pasto hachao, el es lustrador y artista, no tiene a nadie que mantené, salvo a la madre, en cambio uno...
YESI: Y...la verdá es que con cuatro hijo pa dale de comé como usted, la vida no debe ser facil don Quito.
QUITO: Cuatro? me parece que ahora van a sé cinco.
CEPILLO: La Negra está embarazada? Te felicito, hermano!
QUITO: No me felicités, mas bien dame el pésame, che.
YESI: Y...la verdá que una boca mas...Y como ha pasao don Quito?
QUITO: Ah! Quiere que le cuente como ha pasao? Bueno, la Negra se ha puesto así, tipo gallinita hervida, y yo...
YESI: No sea guarango. Digo, como es que se han descuidao.
QUITO: Eso le decía yo: “Como es que te has descuidao, Negra!
CEPILLO: La verdá es que la pobre Negra se tiene que cuidá de vó.
QUITO: Vo que sabí!
CEPILLO: “Primer nieto” te tienen que decí a vó, Quito.
QUITO: Y porqué, se puede sabé?
CEPILLO: Porque viví alzao, hermano...viví alzao.
QUITO: No te hagá el chistoso que el horno no esta pa bollo.
CEPILLO: Si no es chiste...
YESI: No lo joda al hombre que esta preocupao, ché.
Desahoguesé don Quito que para eso están
los amigo.
QUITO: Gracias doña Yesi. La verdá es que no estoy pa
broma...
YESI: Hable don, Le va a hacé bien.
QUITO: Resulta que anoche llego a la casa, despué de cerrá el quiosco, me lavo un poco y me siento debajo la mora a tomá un vino que me había quedao del cumpleaño del menor, el que es operadito, mientras picaba un pedacito de mortadela. La Negra daba vuelta por ahí haciendose la que hacia cosas, muda. “Que te pasa a vó?” le pregunto. “Nada, Quito.” me dice. Pero yo la veía que andaba mal, la Negra. “Hablá” le digo. “Que, no se tenimo confianza?” Entonce ahí empieza a lagrimea...”Creo que estoy embarazada, Quito” me dice. Les juro que ahí me’i puesto como loco. “Como, embarazada?” le digo. “Que no te cuidá,vo?” le digo. “Y...si...pero...bueno...” me dice. “¡Como bueno!...¡Como bueno!” le digo. “Y que vamo a hacé ahora?” le digo. “Ya no se de donde sacá plata pa dale de comé a los chico... cuatro bocas... y ahora cinco!...¡Y con vo, seis!”
CEPILLO: Eh! Só una luz para las cuenta, Quito!
QUITO: ¡No me jodás, vos! Ya te’i dicho que el horno no está pa
bollo!
YESI: No le haga caso, don Quito, siga.
QUITO: “Pero no es seguro todavía, Quito.” Me dice. “Me ha dicho el doctor que me tengo que hacé el anali” ...”Y si no te has hecho el anali, entonce como podí sabé” le digo. “Es que ya ando por la tercera falta” me dice. “Huy, cagamo...Decile al dotor que ya no hace falta el anali”...¿Pero vo te creí que yo la fabrico a la plata?...¡Dieciocho hora por día me paso en el quiosco pa ve si puedo hace uno mango...y todo pa que vo me venga a decí alegremente, digamo...”Toy embarazada!” Le digo.
CEPILLO: Y digo yo ¿disculpen, no? Que se ha embarazao sola la
Negra?
QUITO: Que querí decí?
CEPILLO: Y claro...¿Qué la Negra é la virgen María, que ha venio la palomita , le ha aletiao cerca y a quedao embarazada?
QUITO: Que? Vó querí decí que la Negra me anda poniendo los cuerno con algún palomo?
YESI: No. Lo que Cepillo le quiere decí es, si usté no ha tenio nada que vé con el embarazo.
QUITO: (Orgulloso)Y claro que’i tenio que vé. Por supuesto que’i tenio que vé, señora.
CEPILLO: Bueno...entonce los do están embarazao.
QUITO: Como, los dos? Ella es la que...(señala la panza.)
CEPILLO: Pero vos has puesto la semilla.
QUITO: (Orgulloso)¡Y bien puesta, gracias a Dio!
YESI: (Que va entendiendo.) Entonce, los dos son responsables.
CEPILLO: Los dos tenían que cuidase.
YESI: Y si no se han cuidao...
CEPILLO: A lo hecho, pecho. Como decía la Isabel Sarli.
QUITO: Si. Lo único que falta e que le tenga que da el pecho
también.
CEPILLO: Este no entiende nada, doña Yesi. No se como puede se
amigo mío.
YESI: Bueno, está nervioso el hombre. Me parece don Quito, que usté tendría que portase ahora como un caballero con la Negra.
QUITO: Mas todavía? Si no le hago faltá nada. Preguntelé. Quiere olla pa cociná, tiene olla. Quiere escoba pa barré, tiene escoba. Hasta un tarro nuevo le’ i hecho pa que vaya al caño a buscá agua cuando quiere lavá.
CEPILLO: No entiende, no hay caso, doña Yesi, no entiende. Esa mujer es la madre de tus hijo, te aguanta de todo. Vo tení que se mas romántico con ella.
QUITO: Como, mas romántico?
CEPILLO: Y, no se. Regalale una flor de ve en cuando.
QUITO: Mas puto, querí decí.
CEPILLO: Ve que no entiende?
YESI: No, don Quito. Cepillo quiere decí que tiene que se, digamo, mínimamente amable. Y eso no es sé puto.
QUITO: Si, claro. Como pa salí a comprá flore estoy. Si apenas saco pal fideo.
YESI: Yo le doy las flore, en el jardín tengo muchas. Haga la prueba.
QUITO: Y...como hago? Que le digo?
CEPILLO: Decile lo que sentí.
QUITO: No. Disculpenmé. La Negra se me va a cagá de risa cuando le caiga con flore.
YESI: No crea, don Quito. Las mujere sabemo apreciá esos gesto. Si quiere nosotro lo ayudamo...(Sale un instante)
QUITO: Como?
CEPILLO: Ensayemo. Si hay mucho ensayo, la función sale buena.
QUITO: Pero yo no soy artista, como vos.
CEPILLO: No hace falta se artista para decí algunas cosas, compañero.
QUITO: No, hermano. La verdá es que yo nunca le’ i dao una flor a una mina. Y a mi mujer meno. Se me va a reí la Negra.
YESI: (Vuelve con un improvisado ramo de flores)No crea, don. Tome, ensaye.
QUITO: Y que digo?
CEPILLO: Lo que sentís, hermano.
QUITO: (Ha tomado el ramo) ¿Como, lo que siento?
CEPILLO: Vo la querí a la Negra?
QUITO: Y...si.
CEPILLO: Bueno, decile.
QUITO: Es que...no se.
YESI: Vamo, animesé.
QUITO: (Yesi es la Negra) Bueno...la verdá es que...no se. Negra, la verdá es que me da mucha vergüenza andá así con flores como un puto, pero...si no fuera por el Cepillo y doña Yesi que ...no se, ellos dicen que te diga lo que siento...y lo que siento es que...vos sos como...no se, como la única, o casi la única alegría que yo tengo en la vida porque...bueno... también están los chicos, que también son obra tuya, digamo. Y...cuando yo vuelvo a la casa, aunque venga cansao y sin ganas de hablar con nadie y me siento ahí, debajo de la mora a tomá un vino solo, callao porque la calle esta dura, digamo, y a vece me amarga ve tanta porquería, lo único que me pone contento es sentir que vos andás por ahí trajinando. No te digo nada o a veces te reto por boludeces pero...bueno, es porque no se hablá de otra manera con vos, pero la verdá es que muchas veces tengo ganas de decirte que...que, digamo... es lindo sentir que andas por ahí, chancleteando y pensar que cuando acabe el vino me voy a ir a acostar y vos vas a estar en la cama esperándome, mansita, tranquila...y que aunque hayas andao todo el día de aquí para allá con los chicos y con la casa, aunque estés cansada, yo te voy a buscar y...vos te vas a entregar calladita. Porque vos sos...no se ...como yo pienso que tiene que ser la mujer...buena, batalladora, compañera...que no le hace asco al laburo y encima cuando el bruto del marido, la busca pa...digamo, pa intimá, tiene resto pa darle el cariño que por ahí uno ni se merece...y que...y que donde comen dó comen tré ...y donde comen seis, seguro que comen siete también...De alguna manera se vamo a arreglá, que mierda.
(Entrega las flores que Yesi recibe emocionada)
YESI: Gracias.
CEPILLO: (Disimulando una lágrima) ¡Poeta me había salio el diariero, papá!
QUITO: ¡Que cargá! ¡Que cargá! ¡Ya te he dicho que no me jodá, vo!
YESI: No lo está cargando don Quito...le dice la verdá. Es muy lindo lo que ha dicho.
QUITO: Bueno...disculpá. Es que estoy como...nervioso.
YESI: Se entiende, hombre.
QUITO: Disculpen, pero...¿no me podrían cuidá el quiosco un rato? Una horita...Voy y vuelvo.
CEPILLO: Andá tranquilo, yo me encargo.
(Quito retira las flores de manos de Yesi y sale casi corriendo)
QUITO: (Saliendo) ¡Una horita! Voy y vuelvo.
(Los dos se quedan mirando por donde Quito salió. Yesi reacciona, como para espantar la emoción)
YESI: ¡Y Usté! ¿Que hace ahí papando mosca? Podría ensayá por lo meno...¿o así piensa salí de gira?
CEPILLO: (Tocando.) ¡Ah, pollo es el de mis huevos, carajo! (Suena el ritmo de malambo, cada vez con mayor entusiasmo)
YESI: ¡Ahí me ha hecho gustar, Cepillo! (Insinúa el zapateo)
CEPILLO: Bueno. No lo diga fuerte que después todas las chinitas se me tiran encima...(Yesi se entusiasma con el zapateo. Cepillo la alienta.) Meta, mas! Meta, meta, mas!! Eso! No me afloje Yesi que no hay que dejar ni una hormiga viva! Meta, meta, mas! Meta, mas!! (Lentamente baja la luz, mientras suena el timbre de un teléfono.-)
FIN DEL SEGUNDO CUADRO
(Cuando vuelve la luz es el atardecer. Cepillo hojea, aburrido unas revistas.
Entra Quito)
CEPILLO: ¡Bueno! ¡Te habías acordao de volvé!
QUITO: Disculpá...es que a la Negra le han gustao las flore y como los chicos estaban en la escuela...
CEPILLO: ¡No digo, yo! ¡Si no te tiene que dá confianza esa mujer!
QUITO: Bueno...mas embarazada de lo que esta, ya no puede quedá. ¿Y doña Yesi?
CEPILLO: La verdá, no se. Lo que ha entrao esta mañana cuando ha sonao el teléfono...ha salio una sola vez. Seria iba. Ni me ha saludao. De ahí se ha metio y no ha salio ma.
QUITO: Mala noticia, seguro. ¿Has vendio algo?
CEPILLO: Si. (Revisando una libretita) Todas las Gaceta, ocho Siglo, tre Contexto, cuatro Olé y tré de mina en bola.
QUITO: No seas animal, “condicionada” se dice.
CEPILLO: Bueno. Ta bien. Pero la verdá que los chango eso del “ciber” son peor que vo de alzao. Do con foto gigante se han llevao.
QUITO: ¿Y la otra?
CEPILLO: Ah! Bueno, la otra la llevao el viejito ese de la esquina, el que vive con la hermana...pobrecito. Le quiere ve la cara a Dió, aunque sea en foto.
(Entra Yesi con ropa elegante, maquillada y con una valija. Es evidente que
se va de viaje. Cepillo silba con admiración. Quito lo hace callar con un
gesto.)
YESI: (Conteniendo las lagrimas) Don Quito, me voy a tené que ausentá un tiempo. ¿Me podría regar las plantas del jardín? Sobre todo las rosas, que les gusta mucho el agua. Le dejo la manguera conectada en el caño. A la plata del alquiler de la paré la guarda y me la da cuando vuelva...si es que vuelvo.
CEPILLO: Disculpe la introducción...
QUITO: Intromisión.
CEPILLO: Bueno, eso. ¿Nos podría contá adonde tiene que í con tanto apuro? Si no es mucho metese, digo...
YESI: No, la verdá es que no...(Enjuga una lagrima)
QUITO: ¿No somo amigo, acaso?
CEPILLO: ¡Mas que amigo! ¡Como hijo! ¿No somo como hijo suyo, doña Yesi?
YESI: Veanle la traza a los hijo. Con hijos como ustedes la de cintarazos que hubiera repartio.
QUITO: Y yo con una madre así, mamo hasta los veinte año, por lo meno.
CEPILLO: ¿La verdá, no? Pa destetano iba a sé el problema.
(Yesi, sonrie.)
QUITO: Bueno...ahora que le ha cambiao un poco la cara...¿No es mejor que se desahogue? ¿Adonde va?
YESI: Ustede me hacen reí con las macana que dicen pero la verdá es que...no. No tenemo tanta confianza.
CEPILLO: ¿Cómo que no?
YESI: Y...no. ¿Cuanto hace que nos conocemo?
QUITO: Y...cinco o seis años.
YESI: ¿Y cuando se han interesao por mi? ¿Qué saben de mi, sin ir mas lejos?
QUITO: Bueno...que usté es doña Yesi...que...que...
YESI: Eso...¿Qué mas?
CEPILLO: Que le encanta cantá “Alma si tanto te han herido” cuando barre la vereda.
QUITO: Y que es viuda y...que no tiene hijos...bueno, eso me ha contao el almacenero de la esquina.
YESI: (Melodramática)Pero de adentro. De adentro de una, de lo profundo. ¿Saben algo?
CEPILLO: (Asustado) Bueno...a tanto no hemos llegao.
QUITO: La verdá es que tanta confianza no mos a dao...
YESI: ¿Ustedes saben lo que es estar sola todo el día? Vivir sola,
comer sola, dormir sola...
(Quito y Cepillo se miran extrañados y confundidos.)
QUITO: Bueno...la verdá....
CEPILLO: Tanta confianza, no tenemo. Tiene razón usté
YESI: Claro, como ustedes se van cada uno a su casa. Usted con la Negra y sus chicos y usted con su madre, que será vieja pero es una compañía...Pero cuando llega la noche, yo me quedo sola, sin un perro que me ladre.
QUITO: Yo le puedo conseguí uno.
YESI: No quiero un perro.
CEPILLO. Y...un gatito?
YESI: No se hagan los estúpidos. ¿Quieren? No me hace falta ningún animal.
QUITO: La verdá es que mucho no la entiendo Yesi...
YESI: Ya sé. Por eso no les puedo contar nada.
CEPILLO: No crea, Yesi. Podemo hacé el esfuerzo...
QUITO: Juntos, algo podemo entendé...
YESI: (Decide y lo dice.)Tengo novio.
(Quito y Cepillo se miran un instante sorprendidos luego juntos inician una carcajada que contienen ante la dura mirada de Yesi.)
CEPILLO: Disculpe, es que nos toma de sorpresa.
QUITO: De mucha sorpresa, digamo...
YESI: ¿Y porqué, se puede sabé? ¿Acaso soy una estatua, yo? ¿De piedra, soy? ¿No puedo tené sentimientos, yo?
CEPILLO: No, por favor, no malinterprete. Ni el amigo Quito, ni yo pensamo eso, solo que...
QUITO: Como nunca hemos visto a nadie...
CEPILLO: Nadie que la ronde, digamo...
QUITO: Usté disculpe la...
CEPILLO: La intromisión.
QUITO: Eso. ¿De donde es que...?
CEPILLO: ¿Como es que...? No se...
QUITO: Porque nosotro estamo todo el día aquí...
CEPILLO: ¿Por donde a aparecio el...el susodicho caballero?
YESI: Por interné. (Sorpresa mayúscula. Se miran. No entienden nada.) Interné, el ciberespacio...el chat. ¿Qué, nunca han oído hablar de eso?
QUITO: Si. A los chango...pero usté es una mujer grande, Yesi.
YESI: ¿Qué? ¿Y porque soy una mujer grande, no puedo chateá?
QUITO: (Explica a Cepillo) Chateá...llevá la chata...cuando la Negra estaba enferma y no podía ir al baño yo le alcanzaba la chata...
YESI: ¿Ven que no se puede hablá en serio con ustede? Pa que sepan, los chango del ciber de la otra cuadra me han enseñao a chateá.
CEPILLO: ¡Ah! Ahí le han arrimao la chata, en el ciber.
YESI: No, señor. Yo soy una mujer seria pa que vayan sabiendo. Nunca me metería con alguno de los chango esos del ciber.
CEPILLO: ¿Y?
YESI: Y que cuando iba a la panadería siempre me quedaba un ratito mirando. Porque la verdá es que me llamaba la atención. Hasta que un día, el Mocho, el que atiende ahí me dice: “¿No quiere aprendé doña Yesi? “No” Le digo. “A mi edá, que voy a anda yo con los jueguito”. “Si no es solo pa jugá” me dice. “También es para comunicase. Uno desde esta computadora se puede comunicá con cualquiera, de cualquier parte del mundo, conocido o desconocido” “Dejá de macaniá” le digo. “Como se va a comunicá uno con una computadora” “Venga, pruebe” me dice. ¿Y van a creé que en un ratito y aprendio? Uno aprieta unas tecla y en un rato ya esta comunicada con cualquiera...Bueno a mi me ha servio que cuando era mas joven había hecho un curso de dactilografía en la Pitman, así que al rato nomás ya estaba tecleando y conversaba con un montón de gente. Desde entonce me ha agarrao como el vicio del chat.
QUITO: Pero...¿Y que tiene eso que vé con el novio?
YESI: ¿Cómo, que tiene que vé? Ahí lo’i conocido.
CEPILLO: En el ciber.
YESI: No. En el chat, en la red.
CEPILLO: Lo ha pescao con ré.
QUITO: (Intenta entender) ¡Pará, para! O sea que usté ha tecleao en la computadora y le ha aparecio un tipo contestando..
YESI: ¡Por fin! Claro, un día yo estaba conversando. Así se dice cuando uno se comunica, uno escribe y ahí nomás, al toque, el otro le escribe. Bueno, estaba conversando con una amiga y de pronto aparece uno “on line”, en línea digamo en criollo para hacerlo más fácil. “Enamorado 54” se llamaba, y empieza a escribí que hacia rato que se quería comunicá conmigo, que no se animaba, que yo le parecía muy sensible y dulce...en fin todas esas cosa que los hombre dicen cuando quieren...
QUITO: Intimá...
YESI: Si. Pero no en el sentido que usté lo dice. “Enamorado 54” es un caballero.
CEPILLO: ¿Y usté como sabe que es un caballero si no lo conoce?
YESI: Claro que lo conozco. Horas y horas hemos estado chateando. Meses. Meses contandonos nuestras vidas.
QUITO: (Casi celoso) ¿Y que se han contao, se puede sabé?
YESI: Bueno...yo le’i contado que soy viuda, que vivo sola, que tengo una casa, que ha veces me siento muy sola, que salvo con mi marido, que en paz descanse, nunca’i tenido nada con nadie...
(Quito y Cepillo se miran.)
QUITO: ¿Y él, que le dice?
YESI: Bueno, cosas...
CEPILLO: Aha. ¿Cómo qué? Si no es mucho preguntá.
YESI: Me dice por ejemplo: “Dulce lunita tucumana, soy tu alma gemela...años he navegado por este mar cibernético hasta encontrarte” (Suspira) ¡Es tan romántico! “Dulce lunita tucumana” me ha puesto...El es cordobés.
QUITO: Cagamo. El Potro.
CEPILLO: Con razón tan versero el galán.
YESI: (Que no los escucha.) “Dulce lunita, yo también soy viudo y el amor no golpeaba a mi puerta hasta que tu llegaste” me escribe. El tampoco tiene hijos. Vive solo y me quiere conocer personalmente.
CEPILLO: (Alarmado) O sea que usté ahora se va a...
YESI: Si, a Córdoba, a encontrame con el. Con “Enamorado 54”.
QUITO: Usté está loca, Yesi.
CEPILLO: De la nuca, como dicen los chango.
YESI: Enamorada, que es distinto.
QUITO: (Casi enojado.) ¡Enamorada! ¡Pero como se va a enamorá de un coso que le escribe sonzera por una máquina! ¡Dejesé de jodé!
CEPILLO: De un cordobés mentiroso que encima debe sé más fiero que la Mona Giménez.
YESI: Es muy buen mozo, para que sepa.
QUITO: Y usté que sabe, si no lo conoce.
YESI: Me ha mandao una foto.
CEPILLO: ¿Foto?
YESI: Si. Por la compu.
QUITO: ¡La compu! ¡Me cago en la compu!
CEPILLO: Le habrá mandao la foto del primo.
QUITO: O del Potro Rodrigo y esta ni cuenta se ha dao.
CEPILLO: Capaz que es un asesino serial como dicen en la tele.
QUITO: O un violador de mujeres solas.
YESI: (Estalla)¿Me quieren dejar de joder? ¿Quién les ha dao permiso para meterse en mi vida, después de todo? ¿Yo me meto en la de ustedes? ¡No! Entonces no me jodan.
CEPILLO: Disculpe...
QUITO: Nosotro no querimo joderla, Yesi, solo que...
YESI: (Al borde de las lágrimas)Una ilusión que tengo. Una. Y ustedes me la tiran abajo. Ustedes no entienden. No saben lo que me ha costao construí esta ilusión. Hace años que vivo sola. Me levanto, riego el jardín, limpio la casa, ando de aquí para allá hasta que llega el mediodía y a vece no tengo ni gana de cociná. ¿Para qué? ¿Para quien voy a cociná? ¿Para mi sola? Entonce, como lo que sea, un plato de sopa o me hago un sanguche y me siento a mirá la tele... y ahí esta la Mirtha almorzando feliz con sus invitados o los programas de chismes, que cuentan que la Araceli se ha separao y se ha juntao con otro, que Tevez deja una y encuentra otra y yo sigo aquí sola, comiendo mi sanguche y mirando lo que hacen ellos...O a la noche escucho esos programas de solos y solas en la radio, y la verdá es que ahí si encuentro mujere como yo...solas...triste... esperando que alguna vez aparezca alguien, alguien que las haga sentí algo de nuevo, alguien que las resucite. Porque la verdá es que uno se siente como muerta, como que ya no le puede pasá nada en la vida, y siento que me voy como pudriendo, digamo, como que este cuerpo se va poniendo gordo, viejo y feo y ya no va a sé para nadie, porque a nadie le interesa...¿Entonce, que me queda? Nada. Solamente la ilusión que me invento por el chat, la de un hombre que me dice cosas tierna, aunque sea por una máquina...Y ustede en dos minuto me la tiran abajo. Me tiran abajo el sueño de no seguir mas sola. ¿Que derecho tienen?
CEPILLO: Disculpe...
QUITO: Si, disculpe.
YESI: No. Disculpen ustedes. Me pongo tonta. Por eso no les quería contá nada...porqué pa un hombre estas cosas no son fáciles de entender.
CEPILLO: No crea Yesi. Yo también se que no es fácil estar solo.
YESI: Entonce comprendamé.
CEPILLO: Claro...
YESI: (Toma la valija.) Bueno...
(Cepillo se limpia las manos, se acerca, la abraza con timidez.)
CEPILLO: Que tenga suerte.
(Yesi se acerca a Quito. El le tiende la mano. Ella lo besa con rapidez y
emprende lentamente la salida)
QUITO: ¡Yesi!
YESI: (Se detiene.) ¿Si?
QUITO: Perdonemé, pero usté no se puede ir.
(Yesi se detiene.)
CEPILLO: Dejala, Quito.
QUITO: No, señor. No la dejo nada. ¿Adonde cree que va?
CEPILLO: Ya te ha dicho. A encontrarse con la ilusión.
QUITO: ¿Qué? ¿El cordobés ese de la computadora, es la ilusión? ¿Esa es la única esperanza que le queda a la Yesi? ¡No, señor! Y me extraña que vó la apoyés en esta macana que se está por mandá. ¡Ve po la última esperanza...El Potro trucho, ese!
CEPILLO: No é la última esperanza. No existe la última esperanza. Siempre hay una más.
QUITO: Cagamo. Ahora es “Cepillo,el filósofo”.
CEPILLO: No es la última, pero es la que ella tiene ahora, y uno no tiene derecho a...
QUITO: ¡Como, que no tengo derecho! ¡Claro que tengo derecho! sei año alquilando la paré me dan derecho a decile: “Señora, se esta por mandá una macana.”
CEPILLO: ¿Qué derecho te dá alquilá la paré? ¡Ninguno!
YESI: ¡Paren! ¡Dejen de discutir por mi! ¿Quieren? Se me va el colectivo. ¿Qué me quiere decí, Quito?
QUITO: (Pausa) Que no se vaya, Yesi.
YESI: ¿Y, por qué?
QUITO: Porque...bueno...porque...porque puede sé una trampa, Yesi. Porque aunque usté crea, la verdá es que no lo conoce al coso ese. ¿Usté sabe la cantidá de estafadore que andan suelto? ¿La cantidá de malandra que deben andá por ese chá, ré, interné...como se llame?
(Yesi deja en el piso la valija y llora bajito.)
QUITO: ¡No! Perdone...perdone. Lo que menos quiero es hacerla llorá...Tiene razón Cepillo, es su esperanza, pero no es la última, Yesi.
YESI: (Entre lágrimas) Entonces...¿Qué hago?
CEPILLO: ¿Puedo entrometé una intromisión? (Los otros lo miran) O introducí una opinión...Como ustede quieran. (Pausa de los otros. Esperan.) Bueno...digo yo...¿y si usté le escribe, se comunica por la máquina esa, con el cordobés, y le dice que se venga él, a visitarla? Digo. Así uste no correría riesgos porque estaríamos nosotros para recibirlo y semblantearlo al galán. Porque vamo al caso que sea un malandra como dice aquí el amigo, si es así, casi seguro que no viene...ahora, si tiene intenciones serias, el hombre capaz que viene y por cualquier cosa estamo nosotro pa controlá la situación...No se...digo...
(Yesi llora en silencio. Quito conmovido busca un pañuelo. Finalmente Cepillo
le alcanza un trapo de lustrar del cajón, ella se seca las lágrimas y se
enbadurna el rostro con restos de betún.)
YESI: Creo que tienen razón, muchachos. Gracias. Es la primera vez en mucho tiempo que me siento cuidada. (Se va calmando) Sí. Le voy a escribir. Si quiere venir él, que venga, sino mala suerte. Otra vez será.
QUITO: ¡Bien, Yesi! ¡Así me gusta verla! ¡Querendona, pero valiente, como tiene que sé una mujer!
CEPILLO: La verdá que a mi me gusta mas cuando canta. Como en las mañanas cuando barre la vereda.
YESI: ¡Uh, si! ¡Como si cantara lindo, yo!
CEPILLO: Bueno...no se si cantará lindo, pero le pone sentimiento. (Empieza a cantar acompañándose con el cajón de lustrar.) “Alma, si tanto te han herido...”
QUITO: ¡Shhh! Dejala a ella, ché.
YESI: Si, como para cantar, estoy yo.
QUITO: Cante Yesi, es la mejor manera de espantar las penas.
YESI: No, disculpen, yo canto únicamente cuando barro.
(De atrás del quiosco Quito hace aparecer casi mágicamente una escoba.
Yesi la recibe. Al principio con timidez y luego en forma resuelta canta el vals
de Rosita Melo, “Desde el alma”. Quito y Cepillo se suman.)
YESI: (Al principio sola, luego los tres.)
Alma, si tanto te han herido
porque te niegas al olvido
lloras con pena
la culpa de ser buena
tan buena como fuiste
por amor............
etc. etc. etc.
( Yesi en el centro, Quito y Cepillo la escoltan. Los tres cantan moviendose con la cadencia del valsecito criollo mientras lentamente baja la luz. Cantan y bailan lo mejor que pueden, sin distorsiones. Debe ser un final alegre pero emotivo, con leve reminiscencia del viejo varieté nacional.-)
Rafael Nofal
Diciembre de 2004
Tucumán

No hay comentarios: