Rafael Nofal
CANTATA
CALCHAQUÍ
Primera parte
Introducción Musical. (Anuncia que
comienza y el carácter que va a tener todo: profundo, vallisto, popular. Con la
música y el relato salen de entre las pircas de la ciudad sagrada pobladores
que en silencio bajan y van caminando a
ubicarse rodeando al público. Será el coro.)
RELATOR: Pulares, Tolombones, Paciocas, Amaichas, Tafies, Quilmes, Yocaviles, Malfines, Colpes,
Capayanes, Yacampis, Colalaos, todos hablantes del kakán. La patria era la lengua en aquellos tiempos. Tiempos
de la llama y del guanaco, tiempo del algarrobo rebosante de vainas, del maíz,
la quinoa y el zapallo. Cerros y valles nos cobijaban, la pachamama
multiplicaba las cosechas, el yajtay cuidaba el rebaño, el pujllay nos
alegraba. Era tiempo de siembra, cosecha y celebración, de cajas, erkes y
quenas para alabar la llegada de los frutos nuevos. Solo cazábamos lo que
necesitábamos para comer y vestirnos, la tierra era nuestra madre y de su dulce entraña veníamos todos los
habitantes de estos valles. Era amigo el guanaco, el cóndor era amigo, el sol
nos arropaba juntos.
Pero un día, hace unos seiscientos años ya, del norte llegaron los
incas y nuestra lengua que era la patria, empezó a enredarse con el quichua y
lentamente a languidecer. Doscientos años más tarde llegó el blanco y ya nada
fue igual.
Andrea , la coplera, canta en lo alto
(Esta es la historia de Juan) Coplas que enuncian el relato que se viene.
Aquí les vengo a contar
La triste historia del Juan
Historia de hombre vallisto
Quilme o amaicha, lo mismo dá.
……………………………………………..
Esta tierra siempre fue
La dulce tierra del Juan
Yampa, Guanco, Tolaba
Lo mismo da, lo mismo da
…………………………………….
Valiente hombre vallisto
Que vive en el cardón,
en la chirlera de la caja
y nunca, nunca morirá.
…………………………………
Chalimin o Calchaquí es Juan,
se fue tragando los siglos,
Chaile, Avalo, Pastrana,
lo mismo da, lo mismo da.
(Juan es el mismo desde hace siglos.
Imágenes en video de originarios asimilados
a la ciudad, allí se ve a Juan. También se lo ve entre los cerros o
sentado a la orilla del fuego en un lugar indefinido.)
RELATOR: Juan, hace miles de años cazaba guanacos, luego aprendió a
cultivar, a esquilar la vicuña, a sembrar. Juan hacia sus tinajas y entre
cerros, valles y quebradas, la crencha al viento, entre tuscas y cebilares
cantaba su libertad.
Pero un día llegó el blanco y
Juan que no era hombre de dejarse llevar, se puso a la cabeza de los pueblos
vallistos, allá por 1560 y se llamó… Juan Calchaquí.
Mitas y Yanaconazgos ,
mercedes reales, ciudades, todo querían imponer. Ya no era nuestro el valle, ni
el agua que por las quebradas bajaba. Ya
no era nuestra la siembra, ni eran nuestros los animales de caza. Había que
pelear. Dura fue la guerra y desigual. Juan Calchaquí, cacique del Tolombón
hermanó a Paciocas, Yocaviles, Amaichas, Quilmes. Desde entonces todos los pueblos de los
valles fueron “calchaquíes” para el invasor.
Lanzas y flechas contra arcabuces, pólvora, espadas de hierro,
caballos y… la pestes que con ellos venían.
Imágenes:
figuras humanas, se mueven en el cerro, entran y salen, la música sube,
sensación de batalla.
Años duró la resistencia pero finalmente el blanco venció y Juan garabateó
una de sus muertes sobre las piedras del cerro. El agüita de los deshielos
llevó quebrada abajo el nombre de Juan que se afirmó en las pircas se enredó en las ramas de las tuscas y años
después volvió…Esta vez se llamaba Juan Chalimín.
Música
que se mezcla con el texto (Chalimín, la derrota. El relato se pone heroico,
las figuras en el cerro aceleran su acción. Imágenes en las laderas que se
reproducen en las pantallas. Juan y María. Gritos, tambores,
explosiones…silencio. )
En l630 dicen que comenzó la tristeza, mas de doce años duró la gran
guerra. De sangre se tiñeron los tolares. Las llamas huían espantadas, el
cóndor miraba las caballadas pasar. Hualfines, yocaviles, capayanes, famatinas, alzaron sus lanzas
contra el invasor. Los curas que habían traído su dios, el que nos enseño la
culpa y la vergüenza por la desnudez, huían espantados sin entender tanta
resistencia a la noble cristiandad.
Fueron días, meses, años de furia y dolor. Sangre, muerte, soledad, eso
eran nuestros valles, pero por aquí no iban a pasar. Aquí resistimos, entre
estas piedras, aquí construimos una ciudad. Nuestras mujeres y nuestros changos
conocían los ojitos de agua, las nubes nos cobijaban. Por aquí no iban a pasar.
Doce inviernos resistimos pero traiciones y pestes pudieron mas.
Un día, un triste día que los cerros no olvidarán, lo vieron pasar.
En seis caballos llevaban los pedazos del gran Chalimín. Una pierna mandaron a
la Rioja, un brazo al Tucumán. ¡Para que
aprendan! Gritaba el blanco mientras repartía los pedazos de Juan. Dicen los
antiguos que por estos valles quedo en una pica, sonriendo, la cabeza del que
peleaba por la libertad. Con la derrota
vino la venganza y con la venganza el destierro. Nuestros valles… no veríamos
mas.
Música lenta…es una especie de marcha fúnebre.
RELATOR: Cuentan que por
mil seiscientos sesenta y seis fue que
los llevaron. Miles murieron en el largo e inhumano viaje. Desnudos, descalzos
y muy maltratados, los desterrados caminaban horas bajo el sol y bajo el látigo
del blanco. Los más viejos , los más débiles fueron quedando en el camino. Es
que mas de mil kilómetros marcharon hasta el sur de Buenos Aires…la gente salía
a verlos y comentaba:”Son indios…vienen del Tucumán”.
Canción
Aquí les vengo a contar
La triste historia del Juan
Chalimín o Calchaquí
Historia del hombre
vallisto
que un día se tuvo que ir.
Hace mas de cuatro siglos
ya,
al quilme lo llevaron
a mal vivir en tierra sin
cerro
lejos, muy lejos de aquí.
Algunos quedaron en Córdoba,
otros en el Tucumán.
Mujeres, niños y viejos
hasta
Buenos Aires
tuvieron que andar .
A cargar y descargar barcos
fueron obligados ellos
que no conocían el mar.
A cultivar para otros,
también a quemar cal.
Siempre pensando en su
valle,
siempre arrastrando la pena,
esa era la vida de Juan.
RELATOR: Exaltación de la
Santa Cruz de los Quilmes, se llamó el
asentamiento de los pocos que sobrevivieron el duro trajinar. Nunca más verían
sus cerros, los valles quedaron atrás. La tristeza anidó para siempre en los ojos de aquellos
vallistos que nunca volvería a ver un
guanaco, ni un cóndor, ni un cardón. Nunca mas.
MUSICA
(Canción)
Vamos mujer, no se adonde
Vamos mi chango, vamos.
No mires el cerro, no mires
la casa ni la pirca de
piedra,
no mires el cielo
estrellado
no le deje ni las lagrimas,
al blanco invasor.
Quema el látigo las
espaldas,
quema el sol el cuerpo roto
de Juan, el que no morirá.
el jefe de corazón
ardiente,
Chalimin, Chaile, Tolaba,
Que mas da, que mas da.
Cientos y cientos caminan,
quilmes y
yocaviles.
Acalianos o tolombones
o amaichas, que mas da.
Pocos llegarán, pocos
llegarán.
Los indios caminan en fila por un
sendero en el cerro, vencidos. El tema es triste y acompaña el relato. Canto. Imágenes
en pantalla. Ahí va Juan, también María.
RELATOR: Algunos habían quedado entre los montes, sobreviviendo
como podían. Ellos repoblarían el valle, cada uno de ellos sería un nuevo Juan.
Multiplicarían la simiente del que resistiera en cada piedra. Pero aun tenían
otras guerras que pelear.
Segunda Parte
Una coplera, canta sola en lo alto de una
pirca(Sensación de soledad, padre, marido, hermanos se van a la guerra.)
Es copla de pena honda
La que vengo a cantar,
triste el viento silba
los siglos quedaron atrás
Es nueva esta guerra
en la que lo mandan pelear,
dicen que ahora es la patria
la que se lleva al Juan.
No vayas hermano, no vayas
que es del patrón la patria
del blanco de la ciudad.
No vayas hermano a pelear.
Relato con música(1816- Belgrano, Anchorena,
etc.) Acción e imágenes de video en las
pantallas. Es la jura de la independencia.
Relator: El 6 de julio de 1816 se hizo en Tucumán una
reunión previa a la que tres días después declararía la independencia. Todos
los congresales se reúnen para escuchar a Belgrano que venía de Europa.
Ese día, para sorpresa de todos, el
admirado Manuel Belgrano propone crear un país monárquico entronizando a un descendiente
de incas y estableciendo la capital en El Cuzco. El plan era ganar para la
causa de la independencia a las poblaciones de los pueblos originarios de esta
región y del Alto Perú. Pero no todos los representantes pensaban igual. Tomás
Manuel de Anchorena, diputado por Buenos Aires quien fuera secretario y amigo
de Belgrano, años mas tarde le expone a Juan Manuel de Rosas en una carta, su
opinión: “Nos quedamos como atónitos con lo ridículo y extravagante de la idea”
y aclara que no es la propuesta monárquica lo que causó rechazo, sino el hecho
de “poner la mira en un monarca de la casta de los chocolates, cuya persona, si
existía, probablemente tendríamos que sacarla borracha y cubierta de andrajos
de alguna chichería para colocarla en el trono”.
9.- Tema musical y acción en el cerro.-
Es la patria, Juan
Es la patria, decían.
Que patria pensaba yo
si mi patria es la lengua
que ya no hablo,
esa dulce mujer morena
que ya no beso,
el tibio sol de la quebrada
que ya no siento,
el guanaco, el pichi, el anta
que ya no cazo,
el arrullo de la bumbuna
que ya no tengo.
el agua cantarina que baja
y ya no bebo.
¡Ay! que patria pensaba yo
Si todo es ajeno.
Relato, imágenes y Juan. Fogatas en el cerro.
Caballos que se van.
Relator: Y Juan, hombre de paz, se fue a pelear. Pehuenche fue el
Juan que cruzó la cordillera con el general San Martin para hacer la campaña de
Chile y Perú. De dura raza guaranítica fue el Juan que con Artigas se plantó
para defender la Banda Oriental. Y el Juan chaguanco, coya o chané peleó defendiendo la frontera norte, cuando golpeando
guardamontes espantaba españoles, a las órdenes de Güemes. En los toldos y en
los ranchos quedaban las mujeres
bregando por el sustento de los hijos de Juan. Es que la patria llamaba
a pelear y había que estar.
Tema
musical (levanta) acción
Adiós mujer, no me llore.
Dicen que por la libertad
Ahora hay que pelear.
Dice el patrón
que si ganamos
la tierra ha de ser
nuestra,
nuestra y de nadie mas.
Vamos mujer que la frontera
Hay que ganar, hay que
ganar
(La
música sigue y cambia para acompañar al relator.)
RELATOR: Se fueron los españoles pero comenzó otra
guerra que Juan nunca pudo entender pero también tuvo que pelear. Lavalle
contra Dorrego, López contra Ramírez, Quiroga contra Paz, Lamadrid contra El
Chacho. Hermanos contra hermanos…era de nunca acabar.
(Sigue
el tema cantado)
No llore, chango no llore
Cuide la majada y la
siembra
cuide nuestra heredad
que la guerra hay que ganar.
Dice el patrón que esta
tierra,
el monte, el cielo y el
agua
van a ser nuestros,
nuestros y de nadie mas.
No llore chango, no llore,
que la guerra he de ganar.
Este tema es final de la segunda parte,
debe terminar arriba en tono mayor para que el relato con música que viene sea
una especie de interludio que marca el paso del tiempo. A partir de aquí, la
música es una fusión de música vallista y cumbia u otro ritmo popular actual.
Tercera Parte
Engancha con Relato (Originarios en Bs. As.)
Imágenes de video, Juan. María. Hoy, uno de cada tres originarios argentinos vive en el gran Buenos Aires. Qom, coyas, mocovíes, mapuches, descendientes
de diaguitas. Diversas
comunidades humanas, con diversas lógicas, identidades, cosmovisiones y culturas pueblan las villas del conurbano. Formaron
parte del “aluvión zoológico”, fueron “los cabecitas negras” del 45, que
siguieron llegando desde sus pueblos olvidados, por donde el tren ya no pasaba
y el trabajo no alcanzaba. Iban seducidos
por las luces de la ciudad o empujados por la necesidad. Hoy el destino sigue
siendo igual: Las mujeres son empleadas domésticas; los hombres, albañiles, vendedores ambulantes,
pintores, cartoneros. A duras penas consiguen zafar de la pobreza más extrema,
los jóvenes van rápidamente perdiendo sus tradiciones y sus añejas costumbres Algunos
ocultan a sus padres y abuelos, es que les da vergüenza ser morenos y
distintos. Otros viven en comunidades y los más viejos luchan por sostener su identidad. La ciudad…Buenos
Aires, Córdoba, Tucumán. (Imágenes de
Juan albañil) En todas hay algún Juan, ahogado por el cemento, por el
ruido, por la soledad entre miles que no conoce…en esa ciudad que lo empuja
cada tarde a la villa. Esa ciudad que el ayuda a construir.
Música. Imágenes de pantallas de celulares con mensajes de whats App.
Testimonios de vallistos en Buenos Aires o en los valles pero que decidieron
volver. O que tienen parientes allí. Se mezclan testimonios de Maria y Juan.
RELATOR: Juan, el
calchaquí, ya ha perdido la lengua de los antiguos, pero algo en su interior le
dice que él no es de esa tierra sin cerros, sin quebradas, algo le dice que
este no es su sol, que su terruño lo espera. Del cerro, la nieve y el cielo
limpio solo a oído hablar a sus abuelos con la dulce cadencia de la tonada
vallista. Extraña un solar que apenas conoce y un día …decide volver.
CANCION
No me han vencido,
ni los siglos, ni el hambre,
yo soy Juan,
He vuelto a mi valle,
mis cardones, mi secadal.
Yo te conozco, mujer
hace cuatro siglos
te llevaron del Tucumán,
caminabas con tu chango
Cargando rabia y dolor.
Dame la mano mujer
hay que volver,
el sol ardiente del valle
nos espera a los dos.
El viento silbando alegre
entre tuscas y jumes
nos dice que hay que volver.
Juan y Maria (Imagen de video y acción)
Aparecen muy arriba en el cerro, caminan hacia abajo, lento con bártulos. Linternas que se encienden y se
apagan los reciben. A partir de aquí el ritmo y la emoción suben.
(Cantan coplera solista y el coro)
Jallalla pachamama
Jallalla tata Inti
Jallalla hermanos
está volviendo el Juan.
Las florcitas amarillas
entre las piedras se alegran.
silba el viento y avisa
que está volviendo Juan.
Canten las chirleras
sobre el parche de las cajas,
vuelen alto las coplas
Que está llegando el Juan.
Una comparsa pasa en contraluz en el
cerro. Banderas argentinas y wiphalas comienzan a aparecer
RELATOR: Pero, como siempre le pasó a Juan que por todo tuvo que
pelear, encontró su tierra, la tierra que era de todos, de la comunidad,
ocupada, “concesionada” le decían. Y la sagrada ciudad mancillada. Aquí donde valientemente los abuelos de los
abuelos habían resistido al invasor, aquí ya no podían andar. Había cuidadores
y guardias que el terrateniente, ese que venía con papeles de propiedad,
mandaba para controlar.
Imágenes de la resistencia de
pobladores en las pantallas, guardias, automóviles y algún hecho de violencia
por la defensa de la tierra. La música sube en ritmo y emotividad, quizás
acompaña el discurso de Juan.
JUAN: (Arriba, en la piedra y en las pantallas) Hermanos, nuestra
vida ha sido siempre luchar y luchar, no tengamos miedo por una batalla
mas.
ACTOR I: Hemos peleado en el
cañaveral, por el sustento para nuestros hijos, en las villas de la ciudad,
hasta en el mar hemos peleado por unas islas que nunca conocimos y que dicen
que nos querían quitar.
ACTRIZ I: Esta lucha de hoy,
hermanos, ha de ser para defender la tierra que Calchaquí, Chalimin y tantos
otros Juan, han sabido honrar. Es la
ciudad sagrada y nuestros valles lo que vamos a defender.
ACTOR II(El Cacique): Tengo en mis manos copia de una cédula real
que nuestro cacique Diego Utivaitina recibiera en 1716 y que dice:
“Bajo cuyos límites damos la posesión real,
temporal y corporal al susodicho Cacique, para él, su Indiada, sus herederos y
sucesores. Y ordenamos al Gran Sánchez que está siete leguas de Tucumán abajo,
deje venir a los indios que se le encomendaron por el referido tiempo de diez
años para que instruidos volviesen todos a sus casas como dueños legítimos de
aquellas tierras, para que las posean ellos y sus descendientes”.
Actriz II y Coro:
(Repiten como en una letanía)… volviesen
todos a sus casas /como dueños legítimos de aquellas tierras,/ para que las
posean ellos y sus descendientes … volviesen todos a sus casas/ como dueños legítimos de aquellas tierras,
/para que las posean ellos y sus descendientes …
JUAN : Se cumplen
trescientos años, hermanos de este histórico hecho. Trescientos años durante
los que han querido ocultar y negar nuestra existencia, pero aquí estamos, con
los jóvenes, con los ancianos, con toda la comunidad; y venimos a manifestar
que somos los verdaderos dueños de esta
tierra, que queremos que esta sea tierra de paz, sin chimeneas que ensucien el
cielo, sin minas que enturbien el agua de nuestros ríos, ni contaminen la
tierra en la que van a pastar nuestros animales, crecer nuestros hijos, cantar,
trabajar y construir nuestros jóvenes. Hermanos, nuestra patria es la tierra,
el aire, el agua de estos valles, tomemos la mano de nuestros hijos y nuestras
mujeres que otra vez nos toca pelear por nuestra dignidad.
Canción
con recitado
Yo soy de aquí,
el dulce olor de la
albahaca
inunda el aire y me llama.
Este es y será mi lugar,
Aquí voy a plantar mi viña.
Aquí pastarán mis cabritas,
aquí parirás nuestros
hijos.
Aquí será nuestra patria.
Este será nuestro hogar
Soy Juan, he vuelto a mi
valle,
A mis siestas de viento
caliente
a mi cerro, mi sol y mi
acequia
de agüita fresca y
cantarina.
Esta tierrita áspera es
mía.
Era de los otros juanes
Chalimín, el destrozado,
Calchaquí, el asesinado
Arjona, Tolaba, Abalo,
que mas dá, que mas dá
Quilme, tolombón, amaicha,
Pazioca, yocavil, que mas
dá.
Todos somos uno,
todos somos dueños
de los valles, los ríos, el
sol.
Ese algarrobo generoso
que ya conocieron los
antiguos,
dice que somos todos
de la misma sangre hermanos,
y del mismo color.
Retama, tusca y jarilla,
con sus aromas me cuentan
que he llegado a mi casa,
este siempre fue mi lugar.
Aquí esta ella, hembra
morena,
Quemada por el frio y el
sol del valle.
la memoria de los siglos me
llama,
me dice que aquí está.
Junto con las florcitas amarillas,
crecerán nuestros hijos.
Es dura mi tierra y
silenciosa
Espinas, viento y piedra.
Es dura mi tierra y
hermosa.
Dulce es mi heredad.
Mañana es ahora,
todo está por empezar.
Rafael Nofal
Octubre de 2015
D.Nac.Der.de Autor: Exp. 285143
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